Scorpions celebran sesenta años de carrera regresando al lugar donde todo empezó: Hannover. Y 'Coming Home Live' captura exactamente eso: una banda veterana que, lejos de vivir de la nostalgia, demuestra que aún sabe cómo encender un estadio y entregar un directo a la altura de su legado.
El concierto, grabado ante 45.000 personas, respira una mezcla perfecta de celebración y contundencia. Desde que arranca con “Coming Home”, queda claro que no estamos ante un simple souvenir para fans: la banda toca con una energía sorprendente, sólida, bien ensamblada, con ese equilibrio entre melodía y músculo que siempre ha definido su identidad.
Uno de los aspectos más gratificantes del álbum es el rendimiento vocal de Klaus Meine. El tiempo pasa para todos, sí, pero Meine conserva algo que no se aprende ni se recupera: carácter. Su voz ya no es la misma de hace dos décadas, pero sigue siendo expresiva, emotiva y perfectamente colocada, capaz de transmitir en cada fraseo y sostener con dignidad tanto los cortes más rockeros como los momentos íntimos. Escucharlo en “Send Me an Angel” o “Still Loving You” es recordar por qué su timbre sigue siendo uno de los más reconocibles del hard rock.
El setlist funciona como un viaje completo a través de la historia del grupo. “Gas in the Tank”, “Make It Real”, “The Zoo” y el siempre celebrado instrumental “Coast to Coast” muestran la precisión milimétrica de una banda que aún disfruta de tocar juntos. El medley setentero aporta dinamismo y un guiño a los seguidores de la primera época, mientras que la secuencia final, “Blackout” y “Rock You Like a Hurricane”, mantiene intacto su poder incendiario.
En lo instrumental, Matthias Jabs brilla con la elegancia afilada de siempre; Rudolf Schenker aporta ese riffing firme y reconocible; y la base rítmica sostiene todo con solidez. El sonido del álbum es limpio y contundente, sin sobreproducción, capturando la esencia de un directo grande, espacioso, bien equilibrado.
Quizás lo más destacable de “Coming Home Live” es que no intenta sonar como el pasado. No hay disfraces, ni artificios, ni intención de encajar en una versión idealizada de lo que fueron. Scorpions suenan como lo que son hoy: una banda veterana que domina su repertorio, que toca con oficio y pasión, y que todavía es capaz de generar momentos emocionantes sin esfuerzo aparente. Esa honestidad es lo que hace que este directo funcione tan bien.
Pese a que el grupo lleva seis décadas sobre los escenarios, “Coming Home Live” demuestra que su gasolina no se ha agotado. Quizá no vivamos ya una época de reinvención para Scorpions, pero sí de celebración plena, y este álbum es la prueba de que aún tienen mucho que ofrecer en directo.
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Un comentario
Cojonudo resumen hacia el nuevo directo de los históricos SCORPIONS grabado en su ciudad de Hannover junto a dos clásicos de tan celebrado directo.