Rojo Fuego
Rojo fuego
Autoeditado (2023)
Por: David Esteban
8
Sorprendente álbum debut de los madrileños Rojo Fuego que, sin aditivos y por medio de un claro y marcado heavy metal clásico, logran hacer las delicias de todos aquellos que disfrutamos del mejor heavy rock sin demasiadas complejidades, es decir, sencillez y autenticidad llevadas a la enésima potencia para presentarnos un plástico lleno de sabor añejo y buen hacer.
Desde la inicial “Pecado Mortal” hasta la pieza final, que da nombre a la banda, tenemos ante nosotros un disco totalmente encorsetado en el más sencillo heavy rock. Y digo esto con todo sentido de alabanza, porque en ocasiones menos es más. Lo que la agrupación ofrece no es más que una colección de riffs y clásicas melodías propias del heavy metal primigenio que en ocasiones pueden recordarnos al incontestable binomio Purple-Raibow, como en la citada “Pecado Mortal”, para progresar hacia terrenos más duros en “Malas artes” y tener la osadía de adentrarse en el rock setentero con “Esa generación”, cuya lírica es un todo un homenaje al movimiento hippie.
Maravillosa la banda cuando decide entregarse por completo a la épica -¡no hay cosa más heavy metal!- en cortes como “La sombra del caballero”, “Mago del tiempo” y “Curas de Logrosán”. Con tales títulos ya os podéis imaginar de qué trata la temática: dragones y mazmorras, castillos y brujas para el total deleite del personal. Me encanta el aroma añejo que los madrileños desprenden cuando deciden sonar como titanes de culto al estilo Manilla Road o, incluso, los primeros Rata Blanca. De hecho, creo que el estilo de la portada es toda una declaración de intenciones y un claro tributo a los grandes estandartes del primigenio epic metal.
“Gemidos de placer” nos muestra a la banda en su faceta más tierna, pero sin caer en terrenos de sensiblería facilona. La siguiente, “Solo en la oscuridad”, permite a los músicos adentrarse en terrenos instrumentales para que nuestros oídos gocen a ritmo del alegre power metal que esconde. ¡Magnífica! Sin cambiar mucho el carácter “happy” del estilo, “Melodías de amor” resulta el ejercicio power al uso que nuestro cuerpo necesitaba tras la anterior instrumental.
En la parte final, “Aquilón” retoma la temática mítica y épica, para cerrar luego con la canción que presta nombre a la banda y que, con sus más de nueve minutos de duración, compendia todas y cada una de las características que mejor representan a Rojo Fuego, es decir, contundencia, sencillez y añejo heavy metal bajo la mejor temática mítica y legendaria. ¿Qué más se puede pedir?
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2 comentarios
Cañeros y heavys ambos temas para lo nuevo de ROJO FUEGO.
No me parece una crítica muy acertada.
El disco puede tener partes más sencillas pero otras más elaboradas, con cierta complejidad sin llegar a excederse manteniendo su estilo en el rock.
Yo tras varias escuchas, la valoración de los temas que se mencionan no reflejan la realidad de los mismo:
Mago del tiempo si lo escuchas con detenimiento, se puede ver que no es de temática de dragones y mazmorras, está dedicada a Jimi Hendrix.
Curas de Logrosán tampoco es temática épica, es una historia real acaecida en 1916 en Logrosan (pueblo de la provincia de Cáceres) y musicalmente es un potente tema de metal neoclasico en el que se incluyen varios intercambios modales.
Gemidos de placer se puede leer entre líneas es un homenaje a la guitarra eléctrica en forma de balada.
Rojo fuego, es de todo menos sencilla, ya que su riff principal incluye cromatismos y arpegios extendidos, gran parte del tema esta compuesto en modo frigio. Y a lo largo del tema hay varias modulaciones que incluyen armonías propias del jazz y el uso de la escala disminuida. ¿Eso es sencillez?
Tampoco se menciona nada sobre el "duelo" de solos de guitarra y teclado en el tema de Aquilon.
En definitiva creo que es un disco que sus canciones cuentan historias y que te transporta a esas historias, haciendo que recuerdes las letras con facilidad.