Richie Kotzen

Nomad

BMG (2024)

Por: José Crespo

8.5

Ha formado parte de grandes bandas como Mr. Big y Poison, teniendo un gran peso compositivo en ambas. Recientemente ha colaborado con nada menos que Adrian Smith de Iron Maiden en el fascinante proyecto Smith/Kotzen, además de liderar con éxito el power trio The Winery Dogs junto a otros dos titanes como Billy Sheehan y Mike Portnoy. Que alguien pueda, entre medias de todo esto, mantener una carrera con más de veinte sólidos álbumes en solitario es un logro al alcance de muy pocos. No hay muchos músicos en la industria con tanto talento y a la vez tan prolíficos como Richie Kotzen.

Su última entrega en solitario, 'Nomad', es una representación perfecta de la fusión de estilos que define la esencia de Kotzen: una mezcla de funk, rock clásico y R&B llena de matices, que tal vez no invente nada nuevo, pero sí que mejora lo ya existente.

“Cheap Shots” es el primer single y el corte encargado de abrir este maravilloso álbum. Con un riff de guitarra surgiendo de esa preciosa Telecaster que Fender ha fabricado especialmente para Kotzen y con un rollo al más puro estilo Rolling Stones, se da comienzo a la fiesta. El ritmo sólido y eficaz de la batería sirve para pulir todo un single de rock clásico que quedará perfecto para abrir los directos. La voz de Richie suena afilada pero poderosa, y con un falsete justo antes del estribillo nos lleva a una explosión de licks de guitarra y un solo frenético al alcance de muy pocos. Y sí, ¡este solo lo toca sin púa! “Cheap Shots” ofrece tres minutos de puro rock and roll, un comienzo directo y efectivo que sirve para ir abriendo boca. Y cuando digo “abrir boca”, es porque este disco ofrece mucho más que esto.

El siguiente tema nos recuerda la importancia del R&B y la presencia de un buen sonido de bajo en cualquier disco en solitario de Richie Kotzen. Uno podría imaginar que su amigo Billy Sheehan le ha echado un cable en la grabación, pero no: todos los instrumentos de 'Nomad' están grabados por el propio Kotzen. Algo que se vuelve abrumador al escuchar “These Doors”, donde el cálido groove y el ritmo contagioso del bajo se funden en un estribillo con un claro guiño a su admirado Prince. Los exquisitos acordes que acompañan la base rítmica dan paso a un solo de guitarra que recuerda mucho a un George Benson en los años 70, para volver rápidamente al estribillo y cerrar el tema. Es un tema delicioso.

Parece ser que las musas no dejan descansar al bueno de Richie, ni siquiera cuando duerme, y un gran ejemplo de ello es el siguiente tema. “Insomnia” presenta una de esas melodías que Kotzen asegura haber escuchado en sus sueños, y que le llevó a levantarse de la cama corriendo para grabarla. Con un comienzo bastante oscuro y una líneas vocales muy graves, Richie describe sus dificultades para conciliar el sueño. De repente, por arte de magia, damos un giro de ciento ochenta grados para encontrarnos con un estribillo muy funk. La magia de estas canciones radica en la facilidad de Kotzen para enlazar tanta diversidad de estilos en una misma canción. Es capaz de sacarse de la manga unas líneas de guitarra imposibles que sirven de pegamento para unir los pedazos del puzle que componen sus canciones y hacer que todo cobre sentido. Sin duda, uno de mis temas favoritos del disco, y además parece que ha encontrado la púa para tocar el solo.

“Nomad”, el tema que da título al disco, es uno de los más elaborados. Nuevamente, encontramos su virtud en el fuerte contraste entre su diferentes secciones, haciendo que sea imposible anticipar lo que vendrá después. Aquí, el sonido de la guitarra es completamente limpio, con unos ritmos orientales que muestran el virtuosismo de su compositor. Como indica el título, en “Nomad” Kotzen no se queda en el mismo lugar sonoro por más de treinta segundos. Cargado de arpegios, armónicos y algunos acordes mayores durante el estribillo, el solo de guitarra es un espléndido ejercicio de jazz, dando forma a un moderno Bebop the ritmo apasionado y frenético. Uno de los puntos alto de este disco.

En “Escape”, evocamos el espíritu de Chris Cornell mientras disfrutamos de la línea vocal. Este es otro de esos temas que Kotzen asegura haber escuchado en sus sueños, con un comienzo tranquilo y de nuevo con un sonido muy diferente de guitarra. Sin duda, uno de los estribillos más pegadizos de todo el disco. No teníamos un tema tan directo desde el comienzo con “Cheap Shots”. Pero es en “On the Table”, donde recuperamos por completo la electricidad con un tema de rock duro, imperecedero y cargado de testosterona. Kotzen vuelve a mostrar una voz muy poderosa en uno tema donde de nuevo nos equivocamos al intentar anticipar lo que vendrá. Donde uno esperaría un enorme solo con los dedos de Kotzen recorriendo los trastes a la velocidad de la luz, nos encontramos con un solo calmado, menos visceral que el resto del tema, pero que enriquece el sonido y crea una atmósfera especial.

El mayor contraste entre unas composiciones tan elaboradas y con múltiples cambios de ritmo, lo encontramos con “This Is a Test”. Guitarra acústica, cuerdas de nylon y la voz de Richie se unen en la que sin duda es la canción más sencilla del disco; pero no por simple es menos efectiva. No tenemos mil detalles que nos distraigan de apreciar la cálida voz de Richie y las armonías que con ella aporta a la canción. En definitiva, es una canción preciosa que nos prepara para disfrutar de la joya que cierra el disco.

 “Nihilist” es el gran cierre que se merece 'Nomad'. Con una atmósfera intensa y melancólica, resume a la perfección un álbum tan ecléctico como este. Fusionando elementos de rock, blues y soul con un enfoque muy emocional y unos solos de guitarra llenos de expresión, reflejan una vez más el virtuosismo de Kotzen. Las líneas de voz y guitarra juegan a perseguirse durante todo el tema creando un diálogo crudo y visceral. La letra es una reflexión profunda sobre la existencia, las luchas internas y la búsqueda de sentido. Un viaje sonoro que captura tanto la belleza como la angustia existencial. Un cierre perfecto a un álbum que combina potencia emocional y técnica, donde la guitarra y la voz son protagonistas.

Todos sabemos que Richie Kotzen es un extraterrestre tocando la guitarra, pero nunca ha dejado de poner su virtuosismo al servicio de lo más importante: las canciones. 'Nomad' es una obra diversa que resalta su madurez artística, donde cada pista es un viaje único, desde los riffs potentes y enérgicos hasta las baladas cargadas de sensibilidad, siempre con una base sólida de blues, rock y soul.

Con Chris Cornell y Prince tocando en el cielo, es fácil imaginar que Richie Kotzen seguirá sin poder conciliar el sueño, persiguiendo las melodías que le llegan en sus noches y transformándolas en composiciones capaces de transmitir tanto fuerza como vulnerabilidad en cada nota.

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