Pequeña Venecia

Trocitos de papel, Indolente y Armagedón –Core-

Platón Records (2024)

Por: Alfredo Villaescusa

9

Cada cierto tiempo surgen grupos por los que la peña bebe los vientos, están en la mayoría de festivales y sus giras son casi una sucesión de sold outs consecutivos. Lo hemos visto recientemente con bandas del estilo de Alcalá Norte o Arde Bogotá. ¿Se trata de una cuestión de un género concreto o una de esas prodigiosas carambolas del destino de estar en el lugar apropiado en el momento adecuado?

Pues lo cierto es que muchas veces es una combinación de varios factores, pero sobre todo de una materia prima de inmensa calidad. Los madrileños Pequeña Venecia disponen sin duda de esto último en esta nueva etapa de la banda que iniciaron con el single “Armagedón -Core-” en la que apostaban por un sonido más directo y orgánico.

En dicho tema apreciamos la versatilidad de unas influencias que podrían ir desde los históricos Héroes del Silencio hasta el rollo indie contemporáneo de Viva Suecia o Love of Lesbian. De hecho, las sentidas interpretaciones de su vocalista recuerdan en muchas ocasiones tanto a Santi Balmes como al mismísimo Enrique Bunbury, y eso tampoco lo consigue cualquiera.

De esta manera, “Armagedon -Core-” podría ser su corte más bunburiano, con una agradable pizca del descaro de Antonio de Arde Bogotá. Diría incluso que los que disfrutaron de ‘Cowboys de la A3’ deberían escuchar a este combo pero ya.

“Indolente”, pese a conservar el poso Héroes del Silencio, se mueve en una onda más melosa, desprendiendo algo del almíbar de La La Love You en una canción con un estribillo glorioso para entonar a pulmón y una letra magnífica sobre la indiferencia y lo dañino que puede resultar la rutina. Atentos al soberbio solo de guitarra del final del corte. ¿Pero un grupazo así en serio que no está arrastrando ingentes multitudes?

Y “Trocitos de papel” es otra joya que parece rescatada de un olvidado baúl de la época de la movida, pues lo mismo encontramos ecos de Nacha Pop o La Mode que de propuestas más underground del calibre de los arriesgados catalanes Claustrofobia. En este sentido, no sería descabellado acordarse de “La espía que me amó” por ese sugerente comienzo.

En esta ocasión se torna obligado mencionar una cuidada letra sobre los misterios de la composición musical, entre otras cosas, aparte de ese majestuoso final guitarrero con el que entran ganas hasta de levantarse del sitio. Soberbio.

En suma, esta “tercera trilogía” debería ser el paso previo antes de lanzar un larga duración en condiciones, que si conserva el toque maestro de estas tres geniales canciones, podría ser uno de los discos del año. Si esta gente con un talento tan descomunal no pega el pelotazo en un plazo breve, viviríamos desde luego en un mundo muy injusto. Descúbrelos y propaga la palabra cual profeta. Se lo merecen a paladas.

Etiquetas: , , , , , , , ,

Categorizado en: , ,

Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *