Not Yet
Two Steps to Rest
Autoeditado (2025)
Por: Alfredo Villaescusa
9
Al igual que sucede con el término post punk, parece que de un tiempo a esta parte el post hardcore se ha convertido en una suerte de cajón de sastre en el que cabe casi todo, e incluso a veces sirve también para clasificar estilos antagónicos o todas aquellas propuestas que no encajan en ningún otro sitio. Mejor empujar un poco hacia dentro, sin importar que sobresalga algún borde o esquina, de sobra es sabido que en ocasiones el que se mueve demasiado al final no acaba saliendo en la foto.
Precisamente, aunque estos oriundos de Viveiro, la cuna del Resurrection Fest, se identifiquen con el llamado post hardcore y admitan influencias de los noventa y de principios del nuevo milenio, lo cierto es que no resulta nada sencillo encasillarles en un rollo determinado. Así, en general, diría que si disfrutas tanto con el rock alternativo de Thirty Seconds to Mars o Biffy Clyro, pero también con Berri Txarrak o Viva Belgrado en el apartado patrio, deberías pegarles una escucha pero ya.
De esta forma, la homónima “Two Steps to Rest” nos muestra una amplia versatilidad que va desde Deftones hasta los AFI de ‘Sing the Sorrow’, entre otras agradables referencias para los que fliparon con la escena alternativa norteamericana de comienzos de siglo y tampoco se les caían los anillos por escuchar My Chemical Romance o Good Charlotte.
“Rip it Off” posee un enfoque mucho más sentido, con una cuidada atmósfera evocadora de My Bloody Valentine o Placebo en su vertiente más emocional, sin descartar tampoco el empuje de Rise Against. Y “Versus” se aproxima al metal por sus ritmos contundentes, pese a que la tónica general luego resulte mucho más accesible, sobre todo en el estribillo. Una de esas piezas épicas que te puedes imaginar a la peña cantándola a pulmón en los conciertos.
“Day by Day” no desentona en el conjunto por su equilibrio entre melodía y poso hardcore punk que obligan a pensar de nuevo en la banda de Davey Havok y Jade Puget, especialmente en esos discos de mitad de su trayectoria en los que ya se veía que querían hacer música diferente. “Headache” pone el broche sin abandonar los postulados expuestos y creando la curiosidad necesaria para imaginar lo mucho que les podría dar de sí un álbum entero.
Como suele suceder con muchos EPs, se trata de una obra que te deja con ganas de más y con la percepción de que podrían aportar bastante en el futuro, por su creatividad, amplia paleta estilística y esa falta de complejos fundamental para hacer lo que a uno le salga de los mismísimos sin importar el qué dirán. Cinco cápsulas de emoción que se pueden tomar de golpe. No te cortes.
1 comentario
Muy buen tema y videoclip por parte de NOT YET para su nuevo álbum de estudio.