Impellitteri

War Machine

Frontiers Records (2024)

Por: Josep Fleitas

8.5

Desde que en 1988 descubrí aquél impresionante a la par que imprescindible ‘Stand In Line’, no he dejado de disfrutar con lo que Impellitteri ha ido creando gracias a un estilo que le ha hecho destacar entre muchos otros hachas de la guitarra gracias a su técnica, virtuosismo y velocidad, convirtiendo en buenos y disfrutables momentos casi todo lo que desde 1987 Chris Impellitteri ha ido creando.

Tras un receso de seis años, Chris vuelve al circuito contando con una pieza tan angular en su trayectoria como casi imprescindible, me refiero al cantante Rob Rock, garganta con la que ha vuelto a confluir para armar un caballo de batalla que cabalga al veloz galope que marcan las líneas de su también ya clásico acompañante a las cuatro cuerdas, James Pulli, y con un nuevo jinete, Paul Bostaph, encargado éste de espolear y fustigar con mesurada pero eficaz rabia a una bestia que ha sido bien recubierta por una brillante y metálica armadura con la que embestir a toda velocidad y potencia.

En resumen, ‘War Machine’ es un álbum en el que los registros clásicos de Impellitteri vuelven a confluir en otro buen momento de su creatividad, algo digno de desglosar salva a salva.

War Machine

Inicio fulgurante con el tema homónimo al título del álbum, en el que ya podemos comprobar que Impellitteri no dejan lugar a la duda con respecto a lo que nos vamos a encontrar en todo el trabajo: un intenso viaje por la técnica, la potencia y la creatividad. En ello se aplican tanto Chris en una guitarras veloces y cortantes como cuchillos de desollar, Rob Rock, que a pesar de sus 55 años sigue teniendo una voz repleta de agudos y matices que se elevan hasta esa cúpula celestial que tanto venera en su carrera en solitario; y, para rematarlo todo, unas bases cuya potencia y sinergia saben explotar al unísono encajando los segmentos de un puzle que se disfruta en cada pieza colocada por los mastodontes James Pulli (Bonfire. ¡Ojo, banda tributo a AC/DC!) y Paul Bostaph (Slayer, Kerry King). Así se abre ‘War Machine’ y, como veremos, así se desenvuelve prácticamente durante todo el álbum.

Out Of My Mind (With Heavy Metal)

Seguimos con esa expresión de himno poderoso y virtuoso en un tema en el que la voz de Rob se ecualiza en momentos de semejanza a lo que Ronnie James Dio nos ofreció en su faceta más metálica y unos agudos que se perfilan en sincronía a lo que ese primer larga duración de Impellitteri, ‘Stand in Line’, desplegaba gracias al virtuosismo vocal de un, en ese momento, portentoso Graham Bonnet. Por su parte, Chris sigue mostrando su habilidad en los riffs y unos solos estratosféricos, en los que la velocidad y la melodía se funden en un sinfín de matices y técnicas mientras las bases solidifican en el que fue un muy bien elegido primer adelanto del álbum.

Superkingdom

En este tercer episodio la banda pone a prueba su versatilidad y conjunción en un tema repleto de suculento progpower, algo tan bien apuntalado que podría haber formado parte de cualquier movimiento desprendido de bandas como Sons Of Apollo o Adrenaline Mob, ahí es nada… Sorprendente la habilidad con la que cada uno de los miembros de la formación sabe hacer cuajar cada individualidad, algo que por sí solo podría sonar cacofónicamente, pero que en manos de Rob, Chris, James y Paul se convierten en una brillante y destacada joya del género.

Wrathchild

Gancho, velocidad y energía en un tema que parece haber sido ideado para hacer enloquecer en los conciertos. Un himno directo y con un impresionante punch en el que se combinan la esencia del metal de corte nipón (léase bandas como Loudness o Saber Tiger) con la dinámica melódica de un solo que aporta un breve respiro a la inercia de un tema que se antoja corto en su duración, por lo que reproducirlo una y otra vez será algo que surgirá de forma tan natural como espontánea.

What Lies Beneath

Sin duda, el tema más experimental del álbum. Una nueva muestra de que Impellitteri no juega a hacer lo fácil y se cita con la complicación duplicando guitarras y exigiendo tanto a sus pupilos como a la parte técnica a lucirse en tanto en la producción como en la masterización, partes muy bien pulidas en todo el circuito de ‘War Machine’, pero que en pasajes como éste relucen de manera especial.

Hell On Earth

Pasamos el Ecuador del álbum y lo cruzamos con un himno clásico en la discografía de Impellitteri, es decir: bases repetitivas, con cambios justos y apropiados, riffs penetrantes, voces intensas, estribillos enfáticos y un solo técnico y muy bien aposentado. Aunque sí fue un adelanto del álbum, no es de lo mejor de su creatividad ni pasará a ser uno de sus mejores momentos ni de lo más idóneo para sus directos, pero seguro que sí dejará satisfechos a los seguidores más clásicos de la banda.

Power Grab

Si algo hay que sorprende en el álbum es que un machacador como es Paul Bostaph se adapte tan bien a los tempos de los diferentes estilos que se despliegan, algo que hace redescubrir a un batería que, a pesar de haber dejado claro su portento en bandas como Forbidden, Slayer, Testament y Exodus, sabe adaptarse a la perfección a las circunstancias y exigencias de guiones tan diferentes entre sí como lo es el power metal desplegado en este corte del álbum. Por cierto, no, no me olvido de su época en la que el grunge le hizo recalar en Systematic. Por suerte, tras la tormenta las aguas volvieron a su cauce.

Beware The Hunter

Nueva muestra de poder e inyección hímnica, otro momento de solidez clásica, de pegadiza desenvoltura y de recreación para agradar a los fans más acérrimos a lo que Chris ha propuesto sincrónicamente durante los ya treinta y siete años de admirable trayectoria. Posiblemente, y al igual que “Wrathchild” y “Hell On Earth”, “Beware the Hunter” será un tema que seguramente se disfrutará más en el mercado nipón que en el europeo. A mi gusto, éste es el momento más flojo de todo el álbum; un tema con intención, pero sin concreción, incluso en el solo.

Light It Up

¡Puños en alto! Volvemos a la carga para descargar adrenalina, cabecear e irritar nuestras gargantas a base de un nuevo y rápido himno en el que la banda vuelve a pisar el pedal a fondo y a apurar marchas. Directo, sin complicaciones, pero con mucha efectividad en otro tema cuyo máximo potencial se sitúa en poder incrementar la pasión en los siempre espectaculares directos que Impellitteri despliega (al menos así ha sido en las tres ocasiones que he podido verle en acción).

Gone Insane

Llegamos a la recta final del álbum y con ella llega el brillo del metal más puro, el mismo que podemos encontrar en lo más destacado de la NWOBHM y que sigue brillando en el pulido que bandas como Primal Fear siguen proponiendo. “Gone Insane” es un tiro directo y tan certero como lo es un misil teledirigido. Y es que, a veces no hace falta complicarse la vida para ser efectivo, solo hay que pulsar el botón y ¡a disfrutar!

Just Another Day

Si en el alma del álbum alguien ha echado de menos las partes neoclásicas que Impellitteri ha ido mostrando en su trayectoria y ese comparativo que por defecto suele tener con Mr. Malmsteen, aquí hay una buena dosis de ambas materias, eso sí, combinadas con nervio y sin saturaciones en uncierre acertado para un álbum que, sin ser lo mejor de su carrera, su escucha sí dejará un intenso y agradable sabor metalizado en los sentidos.

Lástima que en esta máquina de guerra no haya habido lugar para situar un momento de tregua entre batalla y batalla, un himno con el que los guerreros tomen respiro y lloren a los caídos, una powerballad al estilo de aquella magnifica “I'll Wait”, con la que cerrar los ojos y relajarse antes de volver a la carga.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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