Garraspera
Cara A
Beatclap (2024)
Por: Alberto “Sarel” Cañete Zamorano
7.5
Tras entregarnos varios sencillos, este formidable proyecto de rock urbano completamente en acústico liderado por Juan Franscisco Monroy aparece con una obra compuesta por cinco temas, ‘Cara A’. Así, el músico extremeño hace una firme apuesta por un rock melódico en la lengua de Cervantes y también en la de Xamar en una carta de amor por esta música que tanto disfrutamos en este medio. Con sus raíces muy presentes, bautiza su sonido como rock castúo.
El disco empieza con “Cada paso que damos”, con una voz rasgada acompañada por unas cuerdas suaves y con sentimiento, ejerciendo de cantautor y acompañado nada menos que por Lülu, líder de Forraje, y Rodri Arias (Skunk D.F., ahora también en Forraje). Es, de hecho, el primero de ellos quien se ha encargado de la producción del EP en su recién inaugurado estudio. El resultado, un equilibrio musical perfecto, pues saben encontrarse en un punto en el que la convergencia se convierte en arte.
El trabajo prosigue con “La otra parte de mi yo”, con una letra introspectiva y optimista, acerca de lo bello de esta vida, y una interpretación vocal encomiable, no sólo por su calidad técnica, sino también por el sentimiento que proyecta. El sentimiento existente a la hora de escribir esta letra es más que obvio, tal como el corazón entregado para crear toda la canción en sí. Con “Almirez”, de marcada raigambre extremeña, lo primero que se percibe es un equilibrio entre lo picaresco y lo nostálgico, como alguien que busca el humor dentro de sus propios recuerdos. Ese comportamiento tan propio del ser humano, buscar la luz entre las nubes, lo bello entre el caos, lo tranquilo entre lo complejo que es vivir.
La penúltima canción, “Euskaraz”, con letra en euskera y acompañamiento de Dupla, entrega una sonoridad vinculada a este precioso idioma que encaja a la perfección con la temática. Una muestra de la gran interculturalidad de nuestro país, que no siempre se ve todo lo representado que debería, para recordarnos que las culturas, como los idiomas, nos enriquecen como sociedad.
Por último, “Como humo sin rumbo” cierra el disco. Es la más melancólica de todas, pero también la que más corazón tiene de las cinco canciones. De este modo, nos entregan un broche de oro más que perfecto, con cinco temas llenos de emociones, tan intensos que es imposible no sumergirse en ellos.
Un disco introspectivo, precioso en su intimidad, en dos hermosos idiomas de nuestra tierra, y tan entregado que es imposible no apreciarlo.
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1 comentario
Muy buenas ambas baladas para lo nuevo de GARRASPERA.