Dokken
Heaven Comes Down
Silver Lining Music (2023)
Por: Josep Fleitas
8
Tras once años de espera desde que Dokken sacase a relucir aquél ‘Broken Bones’ del 2012, un álbum poco aclamado pero que mostró las ganas, capacidad y pasión que Don había sabido canalizar en un interior muy bien elaborado, y con la excepción del directo ‘Return to the East Live’ (2018), un álbum que, como el sol naciente, resurgió de una lasa reunión en lo que fue el intento de reflotar a una banda que nos dejó momentos cuya épica e himnos siguen siendo un claro referente a día de hoy, Don vuelve con esas mismas ganas e intensidad pero con una voz mucho más gruesa y ajada en un álbum en el que Dokken ha sabido reconducir las partes débiles en sus aliadas más notables.
Con un título con el que Don ha querido representar el calvario causado por esa desafortunada cirugía que le ha dejado grandes muescas en su salud y en la consabida capacidad de movilidad de su brazo derecho, infortunios que se unen a un paso del tiempo que ha hecho nido en su físico y su voz, Don ha tirado de ego y de capacidad para mostrarnos que, a pesar de los pesares, sigue siendo un gran compositor y recreador de muy buenas ideas.
Desde luego que, tras cuarenta y dos años de la edición de aquél mítico ‘Breakin’ the Chains’, nadie se espera la sorpresa de reencontrarse con una joya de tan altos quilates, sobre todo si se ha seguido la trayectoria de la formación en las últimas dos décadas, pero debo decir que el resultado de ‘Heaven Comes Down’ es más que digno. Un buen y variado álbum de hard rock que musicalmente convence y sabe sacar brillo a las consabidas debilidades vocales para poner las velas a favor de unos vientos nada fáciles de domar.
Con una portada que representa esa manida resurrección de un ave Fénix, que en esta oportunidad es una alegoría bien elegida, nos vamos a encontrar con un inicio que, la verdad, a mí me dio en todos los morros. Aún no acabo de digerir que el tema inicial fuera elegido como primer single, ya que, aunque “Fugitive” no es una mala composición y en ella ya podamos discernir la calidad que la banda atesora, sobre todo John Levin, excelso en todo momento, no deja de ser un tema que no desata esa pasión que pienso debe revertir en las ganas de conocer más de lo que va a llegar.
No es así lo que pasa con “Gypsy”, un tema de peso, con una voz profunda elevada por buenos coros y la agilidad de una banda que resuelve de buena forma la dinámica de ese hard rock con esencia sureña que se remarca en todo el álbum, aunque con dinamismo y variedad.
La tendencia a la elevación sigue su curso con “Is It Me or You?”, una pieza rápida, cruda, electrizante, digna de reproducirse una y otra vez. Aquí el soporte en la voz de Dokken, Mark Boals, hace un gran trabajo apoyando esos rasgos más que ajados, maduros, que la voz de Don despliega. Un buen solo y unas bases con marca de los noventa dan motivación a la esperanza de que el álbum siga creciendo sobre sí mismo.
Llega “Just Like A Rose” y seguimos subiendo. Eso sí, con la premisa de la combinación de modulaciones y texturas musicales. Sin dejar la esencia del hard rock, el tema nos hará viajar a la memoria del sonido más clásico de la banda, ese que sin ser la base de sus grandes himnos sí pega y convence.
Con “I’ll Never Give Up” llegamos a términos que proponen el relajamiento justo para que nada decaiga y podamos disfrutar de las buenas melodías de un medido tempo bien elaborado y ejecutado. Unos parámetros que se amoldan como el látex a una voz que, en estos términos, resuelve con buena nota.
Los parámetros más orientados a la memoria, esos que, como me comentó Dokken, se aposentan en la recuperación de antiguas ideas y que las moldean para actualizarlas, se ven representados en dos combinaciones en las que vale la pena descansar y tomar el tiempo para desmenuzar su contenido, sus melodías y ese espíritu que ha hecho que Dokken regresen y lo hagan acordes a los cambios y a los tiempos. Eso es lo que consiguen en dos ámbitos diferentes entre sí pero igualados en esencia “Saving Grace” y “Over the Mountain” (a pesar del título nada que ver con el himno de Ozzy, claro).
Lo conseguido por Dokken en el ecuador del álbum lo sigue gestionando en un tema que condensa el feeling y la esencia que la banda ha sabido ir transportando durante los doce capítulos de estudio precedentes a este ‘Heaven Comes Down’. “I Remember” es una balada cuyo título evoca a eso, a recuerdos, a ese pretérito que sabe recrearse de buena forma remarcando y recuperado estilo.
Llegados a este punto del álbum, hay que destacar tres cosas: la gran y excelsa producción, una banda que en todo momento da la sensación de calidad y capacidad, y la formula en la que Don se enroca para convertir eso por lo que se le ha criticado para sacarle buen partido, su voz.
Esto es lo que también consigue este otro medio tempo, titulado “Lost in You”. Un tema con toques progresivos, algún guiño neoclásico y unos componentes pegadizos que hacen frontera con el A.O.R., lo que hace que se desenvuelva y correlacione con la esencia de lo que podíamos encontrarnos en trabajos como 'Tooth and Nail' (1984) o 'Under Lock and Key' (1985).
Como buen cierre, tenemos a “Santa Fe”. Un tema con esencia sureña, de esos que te hacen imaginar los calurosos y arenados caminos del desierto de California. Un tema que, al igual que los anteriores, su letra contiene alegorías al pasado, a esa tristeza que a veces se enreda y a la que no se le ve por dónde, pero también a esa fuerza de seguir teniendo ganas de levantarse y decir "aquí estoy", algo que se recoge en los detalles de la antes mencionada portada. Unos detalles que, si nos paramos a buscar, también nos harán disfrutar del contenido de un álbum que se acaba con la colaboración de quién junto a Don ha realizado un gran trabajo en la producción, un Bill Palmer a quién podemos encontrar en este tema sellando las guitarras acústicas.
En definitiva, y si no se usan las comparativas como piedras con las que lapidar ese pecado de haber tenido el infortunio de una mala praxis médica y acusar el peso del tiempo y los descuidos físicos, es decir, sin entrar en comparativas con decenios pasados, a ‘Heaven Comes Down’ podemos alinearlo como un buen álbum de hard rock clásico.
Escucha 'Heaven Comes Down' en Spotify:
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3 comentarios
Cojonudos y cañeros estos tres temas para el nuevo álbum por parte de una de las bandas más grandes de la historia del Hard Rock estadounidense como son los históricos DOKKEN. Me encanta la portada de su nuevo álbum.
Pues lo mejor del disco la portada. Los temas ni fu ni fa, me aburre tanto tema lento. Lo siento.
Bastante de acuerdo con el compañero de arriba. Menos 3-4 canciones,poco más que rascar. Don have un "Jon Bon Jovi" o sea, canta tan bajo que parece que habla y recita más que cantar...