Al Contado

Un segundo, por favor

Matrix Music (2025)

Por: Alfredo Villaescusa

8

Siempre es positivo que existan esos grupos que son casi como un colectivo, una coalición integrada por componentes procedentes de distintas nacionalidades y escenas que poseen la suerte de encontrar un punto de acuerdo en unos tiempos que no se caracterizan por esto último. A menudo suelen disponer de un nombre rimbombante para dotar de naturaleza especial su cometido, pues no acostumbran a guiarse por prejuicios o a andarse con remilgos a la hora de mezclar géneros.

Los valencianos Al Contado quizás no destaquen por una denominación epatante, pero el talento acumulado por esta formación con integrantes de Italia, Uruguay o Polonia vale de sobra para acoger con ilusión este prometedor EP que bascula entre influencias setenteras, rock noventero o alternativo y un toque blues que les aporta cierta distinción. Mentes ortodoxas, abstenerse.

No hay desperdicio en este breve lanzamiento de cinco temas, que se abre con la soberbia “Brindis al sol”, que por la espectacular voz de su cantante Claudia podría recordar a Jefferson Airplane y otras luminarias de la época sin problema. “Para no volver” sigue con el rock añejo en el horizonte, con una importante alma blusera y algo de hard rock, que estalla justo en el solo de guitarra. Abrir nuevas puertas y dejar atrás todo lo que nos perjudicó en el pasado, eso es lo que proponen. No es mala idea.

Mucho más actual se antoja “Y lo siguiente”, escorada hacia el rock urbano con pinceladas alternativas, mientras que “Hoy” constituye otra prodigiosa mezcla de estilos, con una cierta atmósfera bailable no muy alejada del indie rock de Franz Ferdinand y sin esconder esos punteos bluseros que se han convertido en seña de identidad de su sonido.

Lástima que se acabe ya este trabajo con “Miedo”, una canción que nos invita a deambular “por nuestro interior oscuro”, con riffs potentes deudores de ZZ Top y esa maestría de la guitarra solista que certifica la buena labor realizada durante todo el trabajo. Ah, y que no caiga en saco roto tampoco el alarde vocal final de Claudia, por si alguien a estas alturas dudaba de su enorme valía.

Conseguir una identidad o sonido propio es algo que algunos grupos no logran hasta el segundo o tercer disco, pero esta banda internacional parece haber superado esa etapa con un EP que se pasa en un abrir y cerrar de ojos y que nos obliga a estar atentos a sus próximos lanzamientos. Si con cinco temas demuestran tal grado de eclecticismo, ¿qué sucederá cuando cuenten con un larga duración en condiciones? Esperamos verlo en el futuro.

Alfredo Villaescusa
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