La primera pregunta que me hice al conocer este disco es si los temas histórico-artísticos eran un punto de partida a la hora de componer. 'Balsa de piedra' es una novela de José Saramago publicada en 1986 y 'Et in Arcadia Ego' (Los pastores de Arcadia), un cuadro del pintor francés Nicolas Poussin. ¿Casualidad?
Dejando esta cuestión de lado, el proyecto musical que han formado estos cinco sevillanos es prometedor. Ellos mismos definen entre sus influencias internacionales a Paradise Lost, Anathema, Opeth y Type O Negative. Sobre las nacionales… después de oír el primer tema, “Caer”, directa e inequívocamente te lleva a pensar en Enrique Bunbury y Héroes del Silencio. De hecho, hacía tiempo que no escuchaba una voz que tuviera el color del maestro zaragozano. Lo corroboro en “Perdiendo el Paraíso”, un rock dinámico lleno de misticismo a la hora de cantar.
La etiqueta de Balsa de Piedra podría ser rock gótico, aunque, por ejemplo, en "Pulchra Mors" tienda a riffs de metal oscuro como los maestros Black Sabbath. Aun así, la sombra de Héroes del Silencio vuelve a ser alargada vocalmente. Aires setenteros de atmósfera tétrica se ciernen sobre "Cortejo Fúnebre”, como bien indica su nombre. “Homs” me recuerda a León Larregui, líder de los mexicanos Zoé, quien cantó con Bunbury "La chispa adecuada" para el 'MTV Unplugged' de 2015, y “La Última Vez” es más profunda, tirando hacia el rock ochentero.
Las comparaciones son odiosas y probablemente estemos hablando de un grupo que ames u odies. Personalmente creo que tienen un gran recorrido y han sentado las bases para ello.
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