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Alberto Cereijo cumple 58 años: Las 10 canciones más importantes de Los Suaves con él en la banda

Las hojas del calendario siguen cayendo, y la última nos ha traído un nuevo 13 de agosto, el día que en 1967 trajo al mundo a uno de nuestros más virtuosos guitarristas, el gran Alberto Cereijo, que hoy cumple 58 años. Para celebrarlo, y sin menospreciar el brutal trabajo realizado con ECO  y N.E.O., vamos a darnos el placer de recordar las canciones más importantes que Los Suaves crearon desde su llegada a la banda, que se hizo oficial en un ya lejano 1989.

Y decimos que se hizo oficial porque el habilidoso guitarrista que le inyectó una dosis de adrenalina guitarrera a la banda ya había colaborado con los de Ourense anteriormente, por lo que vamos a centrarnos a disfrutar de la obra publicada desde que en 1991 los de Yosi Domínguez presentaran su ‘Maldita sea mi suerte’. ¿Una lista de canciones de Los Suaves en la que no entra la vieja y querida Dolores? ¡Sí, se puede!

1. “Pardao” (‘Maldita sea mi suerte’, 1991)

Probablemente se pueda tachar este listado de obvio y poco arriesgado, pero ya decíamos que nos íbamos a dar el gustazo de repasar algunas de las canciones más importantes publicadas desde la llegada de Cereijo a Los Suaves. Entre ellas no puede faltar el latigazo de electricidad que aportó a una canción que nace acústica y desnuda, y que termina afilada y vertiginosa con una demostración de la bestia del mástil que había llegado a la formación.

2. “Viajando al fin de la noche” (‘Maldita sea mi suerte’, 1991)

No se queda fuera, no, el tema que abría el disco de 1991. Un riff directo y asesino nos presentaba esta nueva etapa para Los Suaves con una canción de las muchas cuya letra se nos terminó tatuando por dentro. La forma en que Cereijo hace hablar a su guitarra auguraba muchos años de disfrute rockero.

3. “Malas noticias” (‘Malas noticias’, 1993)

Con cierto parecido a la canción que abría la lista, “Malas noticias” se presentaba dando nombre al disco publicado en 1993. Otra lección de cómo transformar emociones en una canción, de sobrecoger al oyente y manejar la experiencia con una habilidad tan natural como pasmosa. Hablando de canciones importantes, ¿quién se atreve a dejar esta fuera del repaso de hoy? Además, hablamos de casi ocho minutos de montaña rusa emocional también en lo guitarrero, con Alberto desplegando toda su magia a lo largo de todo el tema, auqnue destaque más el largo final instrumental.

4. “El afilador” (‘Santa Compaña’, 1994)

Saltamos de nuevo entre los queridos años noventa hasta 1994, en el que vio la luz ‘Santa Compaña’, una obra para enmarcar prácticamente de principio a fin, de la que empezamos destacando un verdadero himno, en castellano, en gallego y hasta en chino si hubieran querido. Solo con nombrar el título de la canción ya estás cabeceando al ritmo que marca la banda una vez que termina la deliciosa introducción de esa brillante guitarra. Una vez más, la combinación entre una letra que cala hasta los huesos, una base sólida como la roca y guitarras que nos hacían permanecer sin pestañear casi hasta que acababa el tema elevaba por enésima vez a Los Suaves a los altares del rock.

5. “Dulce castigo” (‘Santa Compaña’, 1994)

No salimos del gran disco de 1994 para disfrutar de esa progresión de notas que atrapa al primer instante. Un tema demoledor con tantas capas por descubrir como veces que lo escuches. Lo de que es "solo" rocanrol hacía tiempo que se había quedado atrás para Los Suaves, y este es un ejemplo de cómo un tema aparentemente más sencillo puede disfrutarse durante una vida entera sin que dejes de encontrarle rincones nuevos en cada visita.

6. “Si pudiera” (‘Santa Compaña’, 1994)

Tercera y última parada en el disco de 1994, pero es que no me podía resistir a esta balada entre las baladas. Decíamos que repasábamos los temas más importantes, y no podía faltar uno de esos a los que todos le hacemos un hueco entre las montañas de distorsión… de la que tampoco carece, precisamente. ¿Sitio para desplegar las alas sobre los trastes? La duda ofende.

7. “Preparados para el R&R” (‘San Francisco Express’, 1997)

Montamos en el vagón del séptimo disco de Los Suaves, que llegó en el también séptimo año de la década. Entre las historias de este disco plagado de momentos de realidad cruda y muy dura había tiempo para una declaración rockera con un sonido de guitarras que ya quisieran muchas bandas de aparente mayor agresividad sonora. Una bola de demolición en la que Cereijo hace las delicias de cualquier amante de las seis cuerdas con su habitual mezcla de precisión, velocidad y buen gusto.

8. “Ourense - Bosnia”  (‘San Francisco Express’, 1997)

Si hablábamos de relatos de cruda y dura realidad, no se nos escapa la maldita guerra ni las “misiones de paz” que cuestan vidas. La historia de Isaac, suficientemente potente de por sí, adquiere una intensidad dolorosa antes de que las riendas caigan en manos de las guitarras convirtiendo la escucha en algo realmente adictivo, con esas características pinceladas de wah que hacen hablar, llorar y gritar a la guitarra mientras el ritmo se vuelve indomable. Quizás no sea de las más importantes, pero el gusto guitarrero nos lo pegamos igual.

9. “Palabras para Julia” (‘Víspera de Todos los Santos’, 2000)

La entrada al nuevo milenio nos traía un disco del que me resisto a elegir el tema que le dio nombre, pero no puedo resistir la altamente adictiva versión que la banda realizó de “Palabras para Julia”. Habrá quien tenga muy presente la que hizo Paco Ibáñez, pero esta maravilla creada sobre el texto de José Agustín Goytisolo no hay quien se la salte, y es evidente que el aporte de Cereijo tiene mucha culpa de ello. Insisto en que el sonido de guitarras logrado por Los Suaves en estos discos debería enseñarse en las escuelas y venderse sin receta en las farmacias, y no siempre se valora como merece.

10. “Mi casa” (‘Si yo fuera Dios’, 2003)

Llegamos al final de la lista, y no me olvido de los últimos discos, entre los que se podrían incluir varias composiciones en las que Alberto ha seguido demostrando su inconfundible habilidad, pero eso será en otra ocasión. La última parada siempre tiene que ser volver a casa, y si para conocer a un hombre hay que preguntarle cómo es su casa, la respuesta será siempre que “mi casa es el rock and roll” y con maestros como Alberto Cereijo eso incluye el metal, el blues y hasta la casa del vecino si se descuida.

Un comentario

  1. Muy currao resumen hacia estos diez clásicos de los históricos LOS SUAVES celebrando esos 58 takos de el gran como mitico Alberto Cereijo. Felicidades GENIO y FIGURA!!!

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