Crónica del Why Not Here Fest: Mägo de Oz, S.A., Loquillo, Def Con Dos, Reincidentes...

23 agosto, 2016 1:31 pm Publicado por  1 Comentario

Foz (Lugo)

Una gran lona muestra el logotipo de LaFleur Producciones a cada lado del gigantesco escenario del Why Not Here Fest. Del 11 al 13 de agosto, el mastodóntico escenario se situó junto al puerto de la localidad lucense de Foz. El festival nació para abrir un puente musical entre Uruguay y España y su objetivo es dar a conocer bandas uruguayas en nuestro país y devolver la jugada más tarde en Uruguay.

Así que estad atentos a esta promotora porque promete momentos memorables de rock en un futuro próximo. Desde bien temprano (sobre las 16 horas) y durante tres intensos días, se ha podido disfrutar de latino, ska, folk, rock, hard rock, hardcore, heavy, punk… de todo, oiga. Eso sí, a las 3 A.M. había que ir buscando seguir la marcha en otro sitio, pues el ayuntamiento no dejaba prolongar el "ruido" más allá de esa hora. Una pena, porque los allí congregados hubiésemos amanecido (o "empatado" como dicen por allí) si hubiesen habilitado alguna carpa de DJs.

"Why Not Here?", pues eso, ¿por qué no aquí?, se prevé un festival itinerante que irá visitando diferentes lugares de la geografía. Si parecía que estaba todo inventado en este negocio, pues aquí va otra idea (no nueva, pero sí interesante). Además LaFleur Producciones ha llegado a España con la artillería pesada, nada de medias tintas. Como hemos dicho, el escenario era de proporciones desorbitadas para la ubicación, y el sonido ha sido absolutamente espectacular. En este sentido, un 10 para la organización. Acostumbrados a ir a festivales con más trayectoria aunque de segunda categoría (seguro que sabéis a qué y a cuáles me refiero) con una puesta en escena raquítica y un sonido y juego de luces tacaño, se agradece semejante despliegue. De hecho, nos pilló por sorpresa el primer día el ensordecedor volumen en las primeras filas y el foso.

La-Desbandada-WNHF

La Desbandada

En general, podría decirse que el nivel de las bandas uruguayas en el Why Not Here Fest ha sido muy alto. Algunas eran más primerizas, otras, más longevas y experimentadas, como Abuela Coca. Todas demostraron un nivel y calidad excepcionales, pero sobre todo mucha profesionalidad. A pesar de no disfrutar del mismo público que con las bandas españolas (algunas tocaron delante de cinco personas), todos salieron a darlo todo desde el primer acorde. Ese fue el caso del primer artista que pudimos ver en el festival, Gonzalo Brown, que, acompañado de una guitarra, un teclista y un ordenador, se vació durante su chou derrochando simpatía, buen rollo y una suerte de pop-reggae-rap latino.

Le siguieron los tarraconenses La Desbandada, que también salieron a darlo todo con potencia y energía. Tanta que el cantante Balta Hurtado se precipitó desde el borde del escenario y cayó de bruces ante nosotros. Le ayudamos a levantarse y salió pitando de vuelta al escenario para seguir desgranando su rock con reminiscencias de Barricada, por ejemplo. Les siguieron los madrileños El sombrero del Abuelo con su mezcla de rock y rumba; a quemar zapatilla y alzar los puños con sus letras protesta. Acompañados de una violinista dieron toques folk y balcánico a su chou, aunque también tuvieron espacio para pasajes rozando el techno y guiños a The Who y Kill Bill.

La-Abuela-Coca-WNHF

La Abuela Coca

El plato fuerte de la primera jornada era el catalán Macaco, aunque su actuación fue relativamente pronto por prescripción de la organización para poder dar chance a las bandas uruguayas. Aún así, fue el único de la jornada que hizo descuadrar un poco los horarios y se retrasó en su salida a escena a la espera de una mayor afluencia de público. Ni un tema tardo Mr. Macaco en meterse al respetable en el bolsillo. Con un sonido espectacular se dedicó a presentar su último trabajo ‘Soy semilla’ y que a la postre, incluso repetiría el tema a golpe de “Killing in the Name” de Rage Against the Machine. Tuvo también tiempo para jugar e improvisar con el público al más puro estilo Freddie Mercury y se encontró tan a gusto que decidió salir para un breve bis. Esto hizo descuadrar aún más el horario y repercutiría en la duración de la actuación del power trío lucense Arrhythmia, que apenas pudieron tocar media hora. Pero antes había sido el turno de El Chamayo desde Uruguay con una fusión de ritmos latinos, ska y big band; y de La Abuela Coca, la veterana banda uruguaya con su rock latino divertido y marchoso, en la línea de Tijuana No y ciertos recuerdos a Soda Stereo. Al frente tuvieron a Gonzalo Brown, que imprimió energía y carisma enfundado en un plumas bajo la fresca noche de Foz.

Ciclonautas-Mai-Medina

Ciclonautas

La segunda jornada del festival la comenzamos con Ciclonautas y su blues-rock urbano con el argentino Mai Medina y su desgarrada voz al frente. Ardua tarea la de animar al escaso público bajo el calor de primeras horas de la tarde. Pero los riffs a lo AC/DC y ZZtop hicieron congregar a unos cuantos en las primeras filas, primeras filas que se mantuvieron para el esperado concierto de Def Con Dos, primera banda potente española de la jornada. Strawberry y sus acólitos no pararon de brincar y de triturar sus clásicos gracias el potente y sucio estilo de su guitarrista Alberto Marín. Se encuentran en su gira ‘Alzheimer pal Pueblo’, e interpretaron temas de estos dos grandes clásicos de su discografía, ‘Armas pal Pueblo’ y ‘Alzheimer’. Así sonaron brutales “La culpa de todo la tiene Yoko Ono”, “Pánico a una muerte ridícula”, impresionante; “Poco pan”, que hizo volverse loco al personal; “Alzheimer”, “Sigo siendo heterosexual” (muy divertida); “Tuno bueno, el tuno muerto” (con puyita a Loquillo que actuaría más tarde), “Agrupación de mujeres violentas”, “Ultramemía”, arrolladora; o “De cacería”. Remataron la faena con “El día de la bestia”, “Acción mutante” y “Armas pal pueblo” a toda pastilla.

DefConDos-WNHF

Los uruguayos Snake tuvieron la mala fortuna de tener que actuar a continuación de DCD, que nos habían dejado encabronados y speedicos, y fallaron estrepitosamente en conservar esa energía, ofreciendo el concierto más flojo de la jornada. Su pop rock blandengue y desganado no pasó el corte, y menos cuando empezaron a sonar los acordes de “Smell Like Teen Spirit” de Nirvana. Una mueca de contrariedad se reflejó en los rostros de casi todos los allí congregados. De traca también el sacar a chavales al escenario para hacerles botar durante quince segundos de uno de sus temas y echarlos de repente. Ya lo hemos comentado mil veces, sólo el rey del pop sabía tener niños sobre el escenario. No lo intenten más, señores.

LoquilloLoquillo consiguió por primera en el festival vez congregar a una cantidad considerable de público. El sonido acompañaba, la actitud acompañaba, y el público acompañaba; sin embargo, su primera parte del concierto se nos antojó errática en los temas elegidos. Básicamente se dedicó a tocar temas de su último largo ‘Viento del este’. Sí, temas buenos, rockeros, enérgicos, pero no creemos que fuese el setlist adecuado para ni el lugar ni el momento. “El mundo que conocimos” interpretado en Galicia y con sus mareas, pues como que no, oiga. “Salud y rock and roll” o “En el final de los días” sonaron bien, pero no era lo que el público esperaba. Sólo cuando decidió mancharse los zapatos y bajar al foso a cantar con el público la versión de Burning, “Jim Dinamita”, se produjo la deseada comunión entre público y artista, y a partir de ahí, sonaron todo clásicos, como “Feo, fuerte y formal”, “El ritmo del garaje”, “Quiero un camión”, “Esto no es Hawaii” y “Cadillac solitario”, este último a modo de despedida. Lo sentimos, Loco, ya sé que es duro, pero algunos de esos temas te acompañarán siempre y es lo que la gente espera oír. Lo que no sabemos es por qué ya metidos en harina no sonó “La mataré”. En fin.

ReyToro-WNHF

Rey Toro

Después del rock de Loquillo nos abofeteó la cara el metal de los uruguayos Rey Toro. Si cerrabas los ojos parecía que estabas en un concierto a caballo entre Obús y Muro. La verdad es que fue el concierto más divertido de la jornada. Los pocos allí congregados nos dedicamos al circle pit y el pogo a ritmo de palm muting en Mi. Cuarenta y cinco minutos se nos antojaron poco. El cambio de tercio llegó de la mano de Mägo de Oz. Ojo, plantar una cabeza de payaso gigante sobre el escenario y abrir el concierto con la marcha imperial de Star Wars y fogonazos sólo está al alcance de muy pocas bandas en este país. Si luego suenan flautas y violines sobre riffs pesados de guitarra, pues ahí tienes a Mago de Oz y su particular fiesta. No les vamos a negar que su rollo feliz, marchoso y fiestero no enganche. Los madrileños encarrilaron el concierto a golpe de ‘Finisterra Opera Rock’, la reciente reedición de su clásico ‘Finisterra’ (2000) que acaparó buena parte del repertorio, en el que no olvidaron incluir temas como “Satania”, “La Cruz de Santiago”, “La danza del fuego” o “Astaroth”. Tampoco se dejaron en la cuneta himnos como "Molinos de viento" o el más reciente "Pensatorium".

MagodeOz-WNHFM

La última jornada del Why Not Here Fest la comenzamos con Dakidarria y su fiesta a golpe de ska. ¿Para qué complicarse si puedes poner patas arriba al personal tocando versiones de Kortatu? “Sarri, Sarri” y “Mierda de ciudad” levantaron más polvo que ninguna otra banda hasta el momento. Jugando en casa es más fácil, y consiguieron la complicidad del público con los típicos juegos de hacernos agachar en y levantarnos al doblar los templos. Ojo, que el concierto fue divertido y bailamos lo que no está escrito. Ahora, que luego salen los sevillanos Reincidentes, se tocan “La republicana” o “Vicio” y te hacen parecer una monjita de la caridad. Fernando Madina y compañía se lo pasaron pipa sobre el escenario. Les vimos reír y disfrutar todo el concierto. Contundentes, espectaculares y potentes ofrecieron posiblemente el mejor concierto del festival, y “¡Ay!, Dolores” fue el mejor ejemplo de ello.

Reincidentes-WNHF

Turno de nuevo para una banda uruguaya. Once Tiros sonaron bien y se mostraron muy profesionales y entregados a la ocasión, pero el batiburrillo de estilos que abarcan hacen que a los pocos temas pierdan algo de fuelle y baje el interés por su propuesta. Todo está bañado de sensibilidad latina, pero ahora un riff a lo RATM, ahora una trompeta soul, ahora un tema de pop clásico, ahora toques ska, hace que no sepas a qué atenerte.

S.A.-WNHFLa bruma empezó a cubrir el escenario y la noche en Foz, preludio de lo que sería el imponente concierto en la penumbra de Soziedad Alkoholika. Está claro que S.A. juega en otra liga. Son duros, sucios, arrolladores, demoledores y su directo sin tregua se te mete en las entrañas. Hardcore a cuchillo con el que te entran ganas de invadir Polonia. Ya cuando ves montar la muralla de amplificadores sobre el escenario sabes que vas a asistir a algo especial. Vamos, que Slayer no les tosen. Y si rematas la faena con “Nos vimos en Berlín” a toda hostia pues lo que queda es recoger las mandíbulas del suelo. Incluso se les perdona que con tanta cera el sonido y las voces fuesen a ratos incomprensibles. Brutales.

A última hora se tuvo que producir un cambio en el cartel del festival. El gran reclamo del Why Not Here Fest, Los Suaves, no actuarían por un nuevo percance debido a los desmadres de su cantante Yosi. En su lugar, Siniestro Total. El cambio tampoco estaba mal. Sin embargo, nos pareció que Julián Hernández y compañía salieron a cumplir el expediente y les vimos más flojos que en otras ocasiones. Introducir el bolo con la BSO de ‘Encuentros en la tercera fase’ y ‘Corrupción en Miami’ sí mola. Estos son unos cachondos por convicción. Tocar el “Vamos muy bien” de Obús así lo atestiguó. “Diga qué le debo”, “Los putos amos”, “Bailaré sobre tu tumba”, “Cuánta puta y yo que viejo”, “Ayatolah!”, “Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos”, “Somos Siniestro Total”... Loquillo, toma nota, esto sí es acertar con el setlist para la ocasión.SiniestroTotal

La difícil tarea de cerrar el festival corrió a cargo de los madrileños Pussycat Kill. El segurata que nos daba acceso al foso comentaba que les habían informado de que podrían ser la banda más problemática del festival, haciendo referencia su punk aguerrido y bronco. Pero lo cierto es que entre el flojo sonido del que disfrutaron y su endeble interpretación se diluyeron en la noche y nos pareció un concierto flojo respecto de otras ocasiones. Tal vez el escenario les quedaba grande o llevaban muchas horas esperando saltar sobre él. Una lástima porque son una banda enérgica. Más suerte la próxima vez.

En general las bandas españolas pasaron por encima de las uruguayas, sobre todo en sus propuestas. Cierto es que desconocemos el nivel de popularidad que atesoran en su país – La Abuela Coca sí son grandes con 25 años de trayectoria –, pero en su mayoría todas se nos antojaron demasiado influenciadas por los ritmos latinos. A ver, es lógico, pero en algunos casos la mezcla con lo que se apreciaba que ellos sí querían hacer no casaba del todo bien. Solo los más fieles a su estilo nos parecieron más interesantes. Deseamos mucha suerte a este nuevo festival y esperemos que disfrute de una larga y prospera vida y que nuestros futuros representantes en Uruguay sepan estar a la altura y, por lo menos, demuestren la profesionalidad que los uruguayos han demostrado aquí.

Texto y fotos: GómeZ (www.festivalesderock.com)

 

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