Entrevista a Status Quo: "Axl Rose es una persona muy poco fiable"

Foto: Bryan Adams

Lo primero, ¿qué tal está Rick?

“Pues ahí anda recuperándose, ya nos han dicho que probablemente su recuperación vaya para largo, ha sido un tipo muy salvaje, así que parece que su cuerpo le está empezando a pasar factura, ya veremos qué pasa al final...”.

Quizás sea un poco aventurar, pero ¿crees que podrá seguir en la banda?

“No tenemos ni idea en estos momentos de si será o no capaz de continuar con nosotros, está recibiendo tratamiento, así que a ver cómo responde y si se ve con fuerzas en el futuro”.

De momento él os ha dado la bendición para contar con guitarristas invitados en los bolos previstos…

“Sí, así es, de hecho, estamos utilizando a Freddie Edwards, el hijo del bajista John Edwards al que todos conocemos desde niño. Cuando no pueda, recurriremos a Richie Malone, un guitarrista irlandés que es el que estará en España y otros conciertos, es complicado elegir entre los dos, pero creo que a todos nos encanta Freddie porque es como nuestro sobrino pequeño (risas). El problema que tiene es que es muy alto, quizás deberíamos hacer un agujero en el escenario para que así no parezca tan grande (más risas)”.

¿Y no se te hace raro mirar al lado y que no esté Rick?

“Bueno, ya lo he hecho varias veces, pero la primera vez sí que fue un poco raro, es como cuando notas que alguien que conoces falta en un concierto. Pero es en esos momentos en los que debemos hacer equipo y seguir con el espectáculo, aparte de que tampoco tenemos otra opción, ya que si no tocamos podrían demandarnos. Además, estoy notando que los shows marchan mejor de lo que pensaba, aunque el público eche de menos a Rick tanto como yo”.

¿Qué te parece que en una tesitura similar AC/DC recurrieran a Axl Rose?

“No creo que la situación sea igual, porque Rick no se ha retirado ni mucho menos, pero el caso es que si una banda no cumple con los compromisos estipulados los promotores te pueden demandar porque se pierde mucho dinero y ese es un escenario que nadie desea. Respecto a Axl Rose, a mí me parece una persona muy poco fiable, jamás saldría de fiesta con él. Esté capacitado o no, es algo totalmente ajeno a la trayectoria de AC/DC, no es ni siquiera australiano o inglés. AC/DC hoy en día es como una marca comercial, nada que ver con lo que era en los setenta”.

Cambiando de tema, vais a editar en breve la segunda parte de vuestro álbum desenchufado ‘Aquostic’, ¿se quedaron cosas en el tintero?

“Bueno, el caso es que el anterior fue muy bien recibido, pese a que nosotros lo veíamos más como un experimento, creo que esta segunda parte es mejor porque tiene más agallas que la anterior. Quizás también hagamos algunos conciertos en acústico, así que a la gente a la que no le gusten los acústicos, mejor que no vengan, morirán rápidamente (risas)”.

Ya lo único que falta es que hagáis un disco con una orquesta…

“(Risas y luego se queda pensativo) No lo veo, aunque grandes como Elvis Presley ya lo han hecho, lo cierto es que no sé si me acostumbraría a tocar con toda una orquesta detrás de mí, aparte del importante desembolso de dinero que supondría, no creo que nadie estuviera dispuesto a pagar el precio de la entrada”.

¿Estáis trabajando en temas nuevos?

“Sí, yo suelo componer todo el tiempo, cuando estoy en el autobús de gira, en casa… En el smartphone tengo varios fragmentos grabados, pero no les pongo nombre ni nada, a veces utilizo el nombre de cualquier anuncio o película que estén dando por la tele en ese momento, aquí por ejemplo tengo una llamada “King Kong”, otra “Judge”, otra “Dave Clark Five”, porque los vi en la tele el otro día… Estoy componiendo a todas horas, pero la verdad es que luego no suelo terminar las canciones a menos que sea estrictamente necesario”.

Vais a tocar en la península en breve en el marco de vuestra nueva gira "The Last Night of the Electrics". ¿Qué podemos esperar?

“Estamos hartos de tocar siempre lo mismo, va a ser algo tipo Pink Floyd (risas). No, en serio, sonarán todos los clásicos, incluido “In The Army Now”, para que la gente vea lo que hacemos y disfrute, iré además a comer unas tapas, así que todo perfecto (más risas)”.

¿Por qué a excepción de Girona no hay ninguna fecha en el norte o en la capital?

“Eso es un tema de promotores, lo cierto es que no lo sé, porque a mí me gusta mucho el verde, la lluvia etc. Me acuerdo todavía la vez aquella que tocamos en un festival en Vitoria (ndr: Azkena del 2012), ahhh… (Se pone melancólico)”.

¿Qué es lo que más te gusta de tocar en España?

“¿De verdad? Pues que allí, al igual que en Francia, te escuchan, pueden beber, pero nunca beben tanto como para dejar de escucharte. Y otra cosa, a los españoles les da lo mismo si el tema es un éxito o no, si les gusta ya es suficiente. Hemos tocado ante público de todo el mundo, y en otros sitios si es un éxito, les gusta, en España sucede el fenómeno a la inversa, si les gusta, para ellos ya es un éxito, aunque realmente no lo sea. Y además luego puedo escaparme a comer tapas. ¡Oh, me encantan! ¡No puedo dejar de pensar en comida!”.

¿Sigues disfrutando en el escenario después de más de cinco décadas al pie del cañón?

“La mayoría de las veces sí, porque es como el sexo o la comida y no me importa en absoluto comer todos los días, cuando algo te gusta repites una y otra vez hasta saciarte por completo. A veces no lo disfrutas tanto, y no entiendo por qué, y lo mismo con el sexo, pruebas la misma postura cada noche, con la misma persona, en el mismo sitio, pero no funciona, ¿por qué? ¿Por qué? (risas)”.

¿Te mantiene joven el rock n’ roll entonces?

“¿Me has visto la cara? No creo que parezca un jovenzuelo (risas). Estaba de broma, creo que sí, no sé exactamente por qué, pero conozco mucha gente de mi edad que conserva todavía la energía suficiente para subirse a un escenario y que me dicen que se hubieran muerto muchos años antes si no fuera por el rock n’ roll. La música, más que el rock n’ roll en sí, es lo que te mantiene joven. Volviendo otra vez al tema de la comida o el sexo, vas a pensar que tengo una obsesión (risas), pero hay algo que nos empuja a seguir disfrutando de esas cosas por más que pasen los años. Los españoles eso lo sabéis muy bien, ¿por qué quieres ir una y otra vez a comer tapas? La última vez en Barcelona saqué un montón de fotos con el móvil para inmortalizar un bar de tapas. ¿Qué tal el concierto? ¡Bien! ¿Y las tapas? ¡Genial! (más risas)”.

Francis Rossi Foto: Mark Allan

Te conocen como “el gran abuelo del rock n’ roll”, ¿cómo te lo tomas?

“Bueno, yo tampoco me veo como un abuelo comparado con otra gente de mi edad, aunque lo cierto es que he tenido mucha suerte. Se me hace raro y a la vez curioso porque cuando comencé en los sesenta era el más joven en el mundillo. Cómo han cambiado las cosas, ¿eh?”.

Dicen también que siempre prefieres quedarte en casa en lugar de salir de fiesta…

“Nunca voy a fiestas, me solían gustar cuando era un crío (risas). Lo cierto es que dejé de beber hace unos años y me aparté de la cocaína, así que cuando acudo a alguna fiesta es un poco como “¿Qué hago aquí?” (Empieza a silbar). Creo que en realidad nunca me gustó todo eso, a no ser que tuviera alcohol y cocaína cerca que me hiciera dar gritos (se pone a gritar). Ahora soy un hombre muy aburrido, hago mis crucigramas, veo la televisión, toco la guitarra en mi habitación…Tengo un amigo que es productor que lleva intentándome convencer para ir a cenar con otra gente desde 1985 por lo menos (risas), pero a mí no se me dan bien ese tipo de eventos sociales y la noche anterior me la paso repitiendo: “No quiero ir, no quiero ir, no quiero ir””.

En los ochenta creo que te gastaste más de un millón de libras en cocaína, ¿de verdad?

“Sí, es muy probable, pero recuerda lo que pasa con esas cosas, que una vez que compras, luego invitas a todo el mundo, y cada vez vas comprando más y más…”.

Vuestras sempiternas zapatillas blancas o chalecos han llevado a algunos a que os consideren “la banda más poco cool de la historia”, ¿qué te parece?

“Que tienen toda la razón, pero seguro que si se acercan más al escenario y disfrutan de la música fijo que ya no piensan lo mismo”.

Un placer Francis, eres un crack.

“¡Gracias! ¡No olvides comer unas tapas por mí!”.

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