METAL CAMBRA: “Cuando el metal y el folk tienen una historia de amor”

Folk Segovia, 1 de Julio
La Alhóndiga

Desde hace 26 años, a primeros de Julio, Segovia se convierte en la capital de la música folk en España. Por los escenarios de Folk Segovia han pasado Pata Negra, El Cigala, Celtas Cortos, Kepa Junkera, El Bicho, Luar na Lubre, Hevia, Cristina Pato, Oskorri, Dharma… así como grandes figuras internacionales como Gwendal, Vieja Trova Santiaguera, Nuova Conpagnia di canto Populare o Carlos do Carmo por citar algunos de los más de 250 grupos que han visitado mi bella ciudad en los 26 años de historia de Folk Segovia.

Este año había un grupo de Castellón que me llamaron la atención, METAL CAMBRA y es que ver la palabra Metal en el nombre “me puso las orejas de punta”. Lo cierto es que esta semana Lujuria andamos a tope con los líos de irnos al Metal Camp, los vuelos, el equipo y los ensayos, y la idea de ir a ver qué hacen estos chicos había quedado archivada, pero un mensaje por myspace pone de nuevo la idea a flote. Los chicos de METAL CAMBRA me escriben desde su myspace, me dicen que vienen a mi ciudad, que mezclan el metal con el folk y que les molaría que fuese a verlos… y decidí ir. Hay que ser buen anfitrión y ya que visitan mi querida Segovia no iba a dejar pasar la oportunidad. Altero un poco la agenda del jueves (básicamente encargar a los demás en Lujuria de las últimas gestiones) y a las siete y media de la tarde me planto en La Alhóndiga a ver la propuesta del grupo, a descubrir una banda muy original que, ya lo adelanto, me conquistaron con su actuación.

Los chicos llegan a Segovia porque han sido seleccionados por INJUVE (Instituto Nacional de Juventud) para realizar una gira por todo el estado, estad atentos a ver si se dejan caer por vuestra ciudad porque merecen la pena.

METAL CAMBRA son un grupo difícil de catalogar, tal vez eso juegue en su contra, pero desde luego son un grupo con una calidad increíble. Liderados por el violinista Ferran Aparisi nos encontramos ante un grupo instrumental que fusiona con gran maestría la música barroca, el rock y la música celta. Es Ferran una de sus perlas, impresiona verle tocar el violín, tras el concierto se lo comento, creo que le dije algo así: "¡por fin veo tocar el violín!". Porque me ha dejado con la boca abierta, se lo coloca por encima de la cabeza, lo toca como una guitarra, percute sobre él por la parte de atrás para hacer del violín un instrumento de percusión, deja el arco y lo aporrea con una baqueta, se sienta y se lo pone como si fuera un contrabajo para hacer un precioso tema acústico acompañado de la guitarra (“Alboradas”) casi al final del concierto… lo gira sobre sí mismo, no para, es todo un espectáculo que hay que ver, amén de tocar con una maestría, una rapidez y una precisión que te deja atónito. Algo que comprobamos cuando se arrancan con un tema de la maqueta que precede a su disco de debut “Suite” que nos venían a presentar. No está ese tema, “Tocatta e fugue” en el disco, sí en su trabajo anterior “Metal Eire Overture” que se me hace ya tan imprescindible como este magnífico debut “Suite”. ¡Qué temazo! Bueno, a lo que iba, le comento que me ha impresionado su manera de tocar y él, en un derroche de humildad, sonríe y me dice, “consiste en hacer todo lo que me dijeron que no hiciera en el conservatorio”.

Pero no sólo Ferran destaca en el grupo, Juan Francisco Ballestero a cargo de la flauta travesera, el pito, la gaita e incluso haciendo percusiones y hasta dando palmas también sorprende. Tanto él como Ferran se llevan las miradas porque son realmente buenos amén de, en el caso de Ferran, ser espectacular, pero no es justo olvidarse de Tomàs Fabregat que se hace cargo del bouzouki y que en un tema intercambia con Ferran instrumentos para hacerse cargo del violín. De Miguel Ibáñez un guitarrista al que se le veía deseoso de verse en un escenario que le permita meter más tralla a su distorsión y más volumen, ya que estábamos en una sala cerrada y habían tenido que mitigar mucho la batería y la guitarra. De Hugo García quien, con el bajo y su melena, junto a Miguel, ponían la parte más heavy del grupo, y de Eduardo Aparici que fue quien se sentó en la batería en Segovia. Eduardo es el batería de la contundente banda de death & roll castellonense GUILLES DE RAIS, banda que justo en estos momentos se encuentran presentando su nuevo disco, y que ya nos han dejado tres trabajos y dos DVDs que os recomiendo,  venía supliendo al batería habitual del grupo Víctor Clemente que no pudo estar en Segovia.

En su actuación tocaron íntegro “Suite” y además respetando el orden del disco interrumpiendo al acabar la Opus 1 “Suite en mi menor” “Essències i Sentis” (compuesta por los temas “Pensar”, “Crear” y “Sentir”) para incrustar una parte de folk irlandés y el tema que os decía de su primera maqueta, la increíble y maravillosa “Tocatta e fugue” que hizo que dos alemanes que estaban detrás de mí no parasen de preguntarme por los chicos para rematar con la Opus 2 “Iblis Suite” que está compuesta por los temas “Dark Circus”, la bella “Alborada” y la árabe-flamenca “El Capricho” que Ferran presentó como “Capricho andaluz”.

Se me hizo cortísimo el concierto, disfruté mucho con la enorme calidad que atesoran y estoy deseando verlos en un recinto abierto, con el volumen a todo trapo, un escenario amplio para que Ferran la monte y un montón de peña dando palmas al ritmo de su música.

Una propuesta original, de calidad, única, para quien aún sigue creyendo que en el metal todo está dicho, pues no, con el viejo Rocín de vacaciones veraniegas ya relincha por volver a las ondas a presentaros lo que descubre durante el verano, esta vez a la puerta de casa, donde recibía desde Castellón la visita de un grupo que tiene mucho que decir, apuntad su nombre, son METAL CAMBRA.

Os dejo su myspace para que los conozcáis http://www.myspace.com/metalcambra

Pasad buen verano, en cuanto acabe volverá ROCKCINANTE con su sexta temporada, mientras os dejaré de vez en cuando alguna crónica de lo que vea el viejo Rocín en el periodo estival, que no puede vivir sin la música. Un saludo.

Texto: OSCAR LUJURIA
Fotos: ALBERTO LINARES