Winter In May

New Beginning

Autoeditado (2021)

Por: Mattin Izaguirre

9

Rubén Tejedor, excantante de Jesus Freak, apuesta por ‘New Beginning’, un EP de tres canciones que dura diez minutos. Muchos pueden pensar que puede ser un comienzo musical para un artista o banda, pero en realidad, las tres canciones están cohesionadas y crean un conjunto entre los tres. Por lo tanto, es como si estuviéramos ante obra musical con tres partes, con una elaboración de nivel alto.

Exactamente, Winter in May es un proyecto personal de Rubén, compuesto en el periodo de la pandemia. Realmente, se agradecen trabajos de este tipo, ya que te adentras en el mundo de Rubén, donde nos abre su corazón musical y podemos sentir diferentes sensaciones musicales: tristeza, alegría, pena,... Es algo más que tres canciones al uso.

La primera parte, “New Beginning”, comienza con un arpegio melancólico al que enseguida se unen los demás instrumentos de la banda, apoyando ese sonido alternativo muy noventero que hace que poco a poco vaya cogiendo una sensación de esperanza. Cuando Rubén canta, la canción coge fuerza y nos transmite sus sentimientos. Canta como si hubiera estado encerrado en su casa durante meses y sale a la calle con todo ese sentimiento de ahogo.

Realmente, en el estribillo, todo explota; estamos ante el nuevo comienzo, aunque quizás, en el fondo, él quiera decir: ¿La crisis que hemos padecido ha pasado? Por lo menos, transmite algo de esperanza. En la mitad de la canción se juntan la bella voz de Rubén, que me recuerda a un profundo Justin Hawkins (The Darkness), y el arpegio, dando un descanso al tema, para dar pie a la parte final donde rompe de nuevo el estribillo con unos coros celestiales y unas líneas de bajo muy logradas, que crean un in crescendo. La canción finaliza con el arpegio.

En cinco segundos, empieza a sonar “We Never Learn”, una canción con mucha influencia ochentera, que recuerda a bandas post-punk como The Smiths o los R.E.M más jóvenes. Es verdad que en esta pieza el ritmo acelera, cogiendo protagonismo las guitarras. El estribillo es muy melódico y realmente, si nos fijamos en el nombre de la canción, es como si hiciéramos una reflexión acerca de lo ocurrido. Después de la crisis, nuestras emociones saltan sin sentido alguno, de una manera natural. Nunca aprendemos, no. Pero, por otro lado, sí que transmite musicalmente una nueva locura, como si todos estuviéramos en la calle y no supiéramos qué hacer después de tanto tiempo desolados. Os recomiendo escucharla con buenos altavoces o auriculares. Realmente te hace reflexionar.

La ultima parte, es decir, la última canción, “Black Road”, es el final de todo. Empieza con un sonido de bajo desolador, de nuevo muy noventero, pero moderno. Una vez más nos adentramos en la oscuridad, en la tristeza. Parece que, después de reflexionar, nos damos cuenta de que no hay nada que hacer con la humanidad, que no toca nada más que aceptar la realidad. La canción sigue el ritmo de la línea bajo que no deja de sonar durante toda su duración, dando la sensación de que al final, está todo ya perdido. Final triste.

Una vez escuchado varias veces el EP, hay que aceptar que es muy profundo y que tiene muchos detalles que le dan una gran calidad. Al final, son diez minutos intensos. Muy intensos. Esperemos que sea un aperitivo lo que nos ha traído Winter in May, ya que momentos así necesitamos en la vida para que podamos recapacitar, pensar, reflexionar y, ante todo, disfrutar de la música.

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Esta entrada fue escrita por Colaborador

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