Entrevista a De La Tierra: “Cuando empiezas con una nueva banda, tienes que picar piedra desde cero”

A pesar de que los dos discos son bastante parejos, diría que en este hay más diversidad vocal, ¿estás de acuerdo?

"Sí, por supuesto. De entrada, el trabajo que hizo Ross Robinson fue excelente en su aportación tanto de arreglos como de ideas de voz. Comparándolo con los discos que ha hecho con A.N.I.M.A.L. y con el primer disco con De La Tierra, creo que en este disco fue superior por parte de Andrés, creo que Ross lo empujo bastante duro para lograr lo que él quería, o por lo menos lo que él estaba imaginando. Nosotros muy contentos con la aportación de Ross. A mí, como baterista, me enseñó muchas cosas; sobre todo me enseñó de que no hay que tenerle miedo a cometer errores, porque cuando uno está intentando ideas y comete un error, significa también que estás en un estado de creatividad. A mí me enseñó también a arriesgar e intentar cosas que otros, a lo mejor, tendrían miedo de intentar, porque no son consideradas como lo normal. Lo mismo ha ocurrido con las voces. En todo el disco, él empujó a cada miembro a dar lo mejor que podía dar de su talento”.

¿Qué es tan “Fome" (aburrido) como para dedicarle una canción?

“Esa canción fue alucinante en el sentido de que poder tener una persona cantándola en portugués y, a la vez, otra persona cantándola en español. Tratamos de romper esa barrera que existe un poquito entre Brasil y el resto de Latinoamérica, o en el caso de ustedes, entre España y Portugal. Creo que está bien poder hablar de cosas y comunicarse, y aprovechando que hay miembros en la banda que tienen esa facilidad de cantar en otros idiomas, fue una forma de romper esas barreras. Es algo que vamos a seguir haciendo en el futuro, tal vez más. Es alucinante que todos en esta banda puedan cantar, gritar, expresarse… En el disco hay letras que hablan de la lucha, de seguir adelante a pesar de todos los problemas, y De La Tierra trata de hacerlo desde una perspectiva positiva, a pesar de que la música es agresiva y de mucha adrenalina. Venimos a decir que sí hay problemas, sí hay estas luchas en la vida, pero si podemos salir adelante porque hay luz al final del túnel”.

El solo de guitarra de la propia “Fome”, con toques arábigos, y vuestro acompañamiento me parecen de lo mejor del disco. ¿A ti también te pone los pelos de punta?

“Bueno, a mí “Fome” y todo el disco. Lo importante es que todas las canciones que están ahí muestran un lado de De La Tierra. No queremos que cada canción suene igual o que el disco sea plano, queríamos que cada tema, desde la apertura con “DLT II” hasta terminar con “Sangramos a resistir”, tuviera su propia personalidad, su propia esencia musical. Lo que me encanta de De La Tierra es que tiene esa habilidad, o tenemos esa facilidad, para poder fusionar diferentes géneros de metal dentro de lo que estamos tocando. Puede sonar en un momento dado a nu metal y de repente cambiar a hardcore, y de repente a algo súper denso… Andreas Kisser es, para mí, es uno de los mejores guitarristas que hay en el mundo del metal, y tiene esa habilidad de tocar diferentes cosas, sean sonidos arábigos, brasileños o de metal tradicional. En el caso de “Fome, fue lo que se le ocurrió para tocar, no fue que Ross le dijera que tocase eso. Lo bonito de Ross es que a pesar de ser un productor que exige mucho, te deja hacer también, deja que tu personalidad como músico salga”.

Álex "El Animal" González, batería de De La Tierra

¿Por qué se produce el cambio de bajista y qué os hace pensar en Harold Hopkins?

“A Harold ya lo conocíamos desde hacía muchos años. Lo teníamos como candidato para bajista, incluso cuando estábamos pensando con qué amigos hablar para formar De La Tierra. La salida de Flavio coincidió con la salida del nuevo disco, pero teníamos que entender sus necesidades y que era lo que él quería. Más que nada, lo que quería era pasar tiempo con su familia, y no estar viajando tanto, porque, obviamente, cuando empiezas con una banda nueva, tienes que trabajar y picar piedra desde cero. También tenía muchos compromisos con Los Fabulosos Cadillacs, así que fue muy franco con nosotros. Nosotros seguimos siendo tan amigos como siempre; lo apoyamos y  le dimos esa libertad de tomar esa decisión. Por su parte, Harold tiene una escuela alucinante en terrenos del metal y del rock pesado, y también tiene todo ese swing, esa escuela de la música caribeña, que es un ingrediente muy importante porque, aunque somos una banda de género pesado, también queremos, cada vez más, seguir metiendo fusiones con elementos latinos. Es alucinante que seamos un puertorriqueño, un brasileño, un argentino y yo, que soy una combinación de Cuba, Colombia y México. Cuando ensayamos con Harold, incluso para probar el bajo, sentimos que la base resultaba todavía más pesada, y tuvimos la sensación de que Harold había tocado siempre con nosotros. Hasta ahora, todo ha funcionado muy bien”.

La semana que viene aterrizaréis en España. ¿Qué podemos esperar de vuestros conciertos? ¿Van a ser muy largos? ¿Qué vais a tocar?

“Para nosotros es una gran emoción, porque todavía ni siquiera hemos hecho promoción ni ningún tipo de concierto con este último trabajo de De La Tierra. España va a ser el primer lugar que vamos a pisar es esta gira y donde vamos a tocar estos temas por primera vez, así que estamos muy emocionados. En mi caso, voy a ir por primera vez a Lisboa y a Londres a tocar, lo cual también me emociona mucho. La idea es hacer una combinación entre el primer y el segundo disco.; tenemos un montón de canciones ya ensayadas y ahora toca seleccionar definitivamente el repertorio. El concierto va a durar más de una hora y media”.

¿Tocaréis versiones de vuestras otras bandas? Maná en clave metalera tiene que tiene que resultar tremendo.

“Nunca me lo he imaginado, pero creo que eso se lo dejamos más bien a otras bandas. La idea no es tocar canciones de nuestras respectivas bandas; queremos que todo el enfoque esté sobre lo que nosotros cuatro estamos creando y que De La Tierra agarre su propia identidad. Igual en el futuro hacemos versiones de otros grupos, nunca se sabe”.

Con la cera que metes en De La Tierra, donde sacas tu lado más salvaje, ¿echas de menos volcar más energía en Maná? ¿Te has llegado a sentir cohibido en ese sentido?

“Con Maná he tenido la libertad de tocar lo que me da la gana, y obviamente mi papel principal como baterista es darle el ritmo y la base a la canción, sea cual sea la fusión o el género. Maná tiene un montón de canciones cañeras, aunque no significa que las toquemos en vivo. Muchísimas canciones del catálogo de Maná son muy rápidas o aceleradas, o traen un beat, digamos, más duro o más sólido, y en vivo también me puedo dar ese gusto a la hora de hacer mi solo, en el cual puedo hacer cosas que no encajarían en canciones de Maná. Por otro lado, poder tener esta oportunidad de tocar otro género que me encanta desde chiquito y disfrutarlo, poder darme ese gusto es un privilegio. Yo estoy muy agradecido con Maná, igual que mis colegas con sus respectivas bandas.  Gracias al apoyo de todas ellas hemos podido hacer esta agrupación y también tener tiempo”.

Eres, pues lo suficientemente melómano como para no echar de menos volcarte en un ritmo muy enérgico cuando la canción lo requiere. También te gustan las canciones acompasadas y más sosegadas de Maná.

“Sí. Aparte, yo creo que cada canción lo merece y tiene que tener su el arreglo. Sería ridículo que se tratase de una balada y yo quisiera tocar como Neil Peart (Rush). Aprendí eso de las composiciones de los Beatles, The Police o incluso Led Zeppelin. Lo que toca John Bonham en cada canción es lo que necesita. Cuando un tema requiere más garbo, ¡pues lo metes y bienvenido!”.

De La Tierra, con Flavio Ciancianuro (Los Fabulosos Cadillacs) cuando todavía formaba parte de la banda, al fondo de la imagen

¿Qué recuerdos guardas de anteriores visitas a nuestro país?

Son demasiados. Todas las giras de Maná en España han sido impresionantes e inolvidables. La verdad, adoramos el público de España porque nos costó mucho trabajo entrar cuando estábamos empezando como grupo. En los 80, todas las bandas de España entraban a México con todo el apoyo en la radio, en la prensa, en los conciertos… y las bandas locales deseábamos tener eso. Así que cuando fuimos a España la primera vez, vimos cómo la banda fue agarrando y agarrando; fuimos trabajando y trabajando. Uno de los momentos más emotivos fue cuando llenamos dos noches la plaza de Las Ventas; eso fue inolvidable. La gente allá es maravillosa, como también lo es la comida, el vino, la cultura… Yo soy fan de Camarón de la Isla, tuve la oportunidad de conocer a Paco de Lucía, y tengo muy buenos amigos músicos en España. Siempre me siento como en casa”.

Estás acostumbrado a llenar grandes recintos, ¿qué valoras del hecho de volver a tocar en salas ante audiencias más reducidas?

“A mí me encanta. En primer lugar, así empezamos Maná, tocando en bares, incluso para cien personas. A veces no había ni gente, nada más estaban los camareros y nos pagaban con cerveza, así que vengo de esa escuela. No he estado toda mi vida tocando en estadios o arenas, eso se fue ganando poco a poco y con mucho trabajo y esfuerzo. A mí me encanta tocar en los antros chicos, tienes a la gente bien cerca, ves el sudor en la cara de la gente, todos apretados ahí… De La Tierra está picando piedra, estamos empezando poco a poco y ganándonos esa credibilidad, y eso lo tienes que hacer como todas las bandas que están empezando. Se comienza desde abajo y poco a poco vas escalando. Vamos ahora a España a sembrar la semilla, y ojalá esa rama crezca y nos convirtamos en una banda querida por el público allá”.

Está claro que vosotros sois especialistas en partir desde el punto de partida más humilde y llegar a alcanzar el estrellato, así que no tendría por qué no volver a repetirse, ¿verdad?

“Bueno ojalá. La idea es dar ahora la primera vuelta. Estamos ya en negociaciones para el año que viene estar presentes en los festivales importantes allá aunque sea abriendo a las 12 de la mañana con el sol calentando al máximo. No nos importa; lo que queremos es compartir nuestra música con toda la gente”.

Veo que hacéis meet & greet con los fans, ¿te gusta estar en contacto con ellos? ¿Se portan mejor que el público fresa (pijo)?

A: Popero, más bien. Mira, yo creo que en el caso de Maná, nuestros fans han sido muy leales y muy cariñosos. Nunca he tenido un problema con ningún fan de Maná y ahora que estuvimos girando con De La Tierra, me sorprendí, porque yo no sabía cómo me iba a recibir el público metalero. Estuvimos en Brasil abriendo para Slipknot, en Buenos Aires, en Santiago de Chile con Faith No More, hemos tocado junto a System Of A Down, The Rolling Stones… Hemos formado parte de festivales muy importantes como el Rock in Rio, por ejemplo, donde tocamos frente a 100.000 personas. Lo que me gustó mucho es que la comunidad metalera me abrazó como un hermano más. Siempre va a haber gente con prejuicios, lamentablemente, y que no vea más del género de donde viene uno. Yo admiro mucho a Dave Grohl, porque es un baterista que viniendo de una banda como Nirvana, que lamentablemente terminó con el fallecimiento de Kurt Cobain, empezó de cero otra vez, armó su banda Foo Fighters y poco a poco fue escalando hasta que el grupo se volvió popular. Él también ganó ese respeto, y desde ahí pudo empezar a hacer otras cosas, tanto en el género pop como en el metal, pasando por películas. Música es música, y el que lo aprecia así, bienvenido. Si alguien que no lo ve así, sobran bandas y géneros para escuchar. No pasa nada”.

Has tocado con Maná en la segunda investidura de Obama, y por tus venas corre sangre latina… ¿Qué opinión te merecen Trump y su política inmigratoria?

“Es muy complejo; hay una gran parte de los EE.UU. que lo apoya y hay otra gran parte del país que no está de acuerdo con sus políticas, con las cosas que ha dicho. Cada vez que pongo las noticias, veo alguna cosa que dice y que no concuerda con lo que había dicho antes. Es muy volátil, pero es el presidente de EE.UU. y lo único que yo puedo desear, aunque no esté de acuerdo con muchas cosas de él, es que haga el mejor papel para el beneficio de los EE.UU. y también a nivel mundial. Vienen elecciones en menos de cuatro años, y esperemos que la gente se ponga las pilas, que se registre para votar. Obviamente, nosotros seguimos apoyando la situación de los inmigrantes en los EE.UU. Los que entraron ilegalmente pero que están haciendo una aportación a la economía y a la infraestructura de EE.UU ojalá puedan llegar a un acuerdo en Washington. De acuerdo, entraron ilegalmente, pero están trabajando, están pagando impuestos, así que lo suyo sería que pagasen paguen una multa como mucho y que se puedan poner a la fila para sacar sus papeles, como debe ser. Además, esto también es una cuestión de seguridad nacional; es importante tener a las personas registradas. Yo espero que ahora se calme un poquito la ansiedad. Hay gente que tiene mucho miedo, siguen con las redadas, sigue con lo del muro que él dice que México va a pagar por él, y México no va a pagar ese muro. Así que bueno, aquí estamos nosotros también pendientes”.

Compartes banda con Andreas Kisser. ¿Qué pasaría si un buen día te ofreciese a ti el puesto de batería de Sepultura? ¿Te lo plantearías por lo menos?

Eloy (Casagrande, actual batería de Sepultura) es una gran amigo y un baterista, para mí, de los mejores que hay. Lo conozco desde que tenía 11 o 12 años, conozco a su mamá y somos grandes amigos. No creo que eso vaya a suceder, porque Eloy es el baterista perfecto para esa banda. Además, yo nunca voy a dejar a Maná. Maná llegará a su momento en el que tenga que parar. Pero fíjate en U2, que los acabo de ver en el Rose Bowl (California), en la gira ‘The Joshua Tour’, que es impresionante, y es cuando mejor he escuchado U2 en directo, tanto en el audio como en la producción. Fue una noche perfecta; es una de mis bandas favoritas. Entonces, Maná llegará hasta donde tenga que llegar, pero lo importante es siempre terminar bien. Yo sigo siendo parte de esa hermandad de Maná, que me ha dado tantas oportunidades en la vida y una carrera que nunca soñé tener. Volviendo a lo de Sepultura, sería bienvenido que me invitasen al escenario para echarme un ‘palomazo’ como hicimos, yo encantado, pero eso sería todo”.

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