Eclipse

Monumentum

Frontiers Music

Por: Andrés Brotons

9

Nuevo disco de una de las bandas más en forma del hard rock melódico actual, tras el exitoso ‘Armagedonizze’, editado hace ya un par de años.

Para el presente trabajo, Eclipse no ha arriesgado demasiado en su sonido, siendo una mera repetición de los esquemas presentados en su mencionado penúltimo lanzamiento. Así, el CD se abre “vertiginosamente” con la directa “Vertigo”, cuyo estribillo con la frase “Who Wants To Live Forever” te retrotraerá inevitablemente a ese clásico inmortal de la banda de Mercury y Brian May. Más forzado me resulta lo que fue el primer single, el pegajoso “Never Look Back”, en el que “rockean como un huracán” parafraseando nuevamente a otro de los grandes, los alemanes Scorpions. No es que sea un mal tema, pero me sobran esos “uohh…” más típicos de los tiempos ochenteros de sus compatriotas Europe, aunque posiblemente funcionen mejor de cara al directo, coreados por su séquito de fans.

Con “Killing Me” empieza de verdad lo bueno, tema de contundente y precioso riff y coreable estribillo; me huele a que es de las fijas en sus próximos conciertos. Llega acto seguido otro de los mejores temas del LP, la épica y céltica “The Downfall Of Eden”, más del estilo de los británicos Ten y de la que se ha grabado también una versión acústica incluida en la versión nipona. Grandísimo tema.

Impactante y redonda les ha quedado la balada del disco y actual nuevo single, la emocionante “Hurt”, en la que Erik Martensson literalmente se sale vocalmente. Recuerda mucho a las grandes baladas ochenteras de Bon Jovi, cuando el bueno de Jon se esforzaba por ejercitar su diafragma, no como actualmente, regido por la ley del mínimo esfuerzo. Con la agradable y lograda “Jaded” uno se percata de que ya se puede hablar sin divagaciones de un “sonido eclipse”, porque el combo sueco ha logrado una seña de identidad única con su particular cocktail y estilo de guitarras y teclados. “Born To Lead” certifica con su título efectivamente que han nacido para liderar esta creciente ola de hard rock melódico, en pura pugna con sus también crecientes paisanos H.E.A.T y ganando terreno a otros como The Poodles.

En “For Better Or For Worse” vuelven a sumergirte en un tema de estribillo adictivo y acabado brillante, de esos que parece salirles como churros. Las “malmsteeneras” guitarras introductorias de “No Way Back” descolocan al principio, para derivar en un corte que no resulta tan “espídico” como se anticipaba y suena en concordancia con la tónica del trabajo.

El tramo final del reseñable trabajo se produce con otro himno como es “Night Comes Crawling” y, sobre todo, con la mayor sorpresa del disco, la ampulosa y grandilocuente “Black Rain”. Con un riff pesado de la escuela del más puro estilo Dio, el tema más extenso del álbum cierra de manera gloriosa otro de los lanzamientos discográficos del año.

¿Para qué engañarnos? Estos suecos de oro nos siguen eclipsando, y se merecen un “monumento” por devolver a los primeros planos del rock un género donde las melodías prevalecen y gana cada día más adeptos. No te los pierdas en sus próximas citas en los festivales Rock Fest y Leyendas del Rock.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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