Crónica de Lacrimas Profundere + Olvido + Saltimbankya: Rock ‘n’ Sadness

5 abril, 2017 9:44 am Publicado por  Deja tus comentarios

Sala Silikona, Madrid.

Un servidor tenía una cuenta pendiente con los bávaros Lacrimas Profundere, una banda que nunca ha decepcionado con sus lanzamientos, ya que se había perdido su actuación hace cinco años en la desaparecida sala Ritmo & Compás. En esta ocasión, vinieron acompañados de dos bandas catalanas.

La primera se llama Saltimbankya y se trata de un octeto barcelonés cuya propuesta musical me trasladó 20 años atrás, cuando estaban de moda bandas de metal sinfónico/gótico como Theatre of Tragedy, The Sins of Thy Beloved, Tristania, Sirenia y, en definitiva, todas aquellas formaciones  que usaron el formato vocal de “bella y bestia” (voz femenina melódica y/o mezzosoprano y voz masculina gutural). Su estética, por otro lado, está inspirada en el universo de Anne Rice.

Nos presentaron su debut ‘Masquerade: A Circus Drama’, una ópera rock conceptual que está inspirada en la época en la que los gitanos viajaban de un sitio a otro en carrozas ofreciendo su espectáculo circense (de hecho, tocaron un tema con fuerte influencia de rumba catalana titulado “Gypsy Queen”), con un fuerte mensaje anti acoso y pro libertad personal. Ya que se trata de una banda que tan solo tiene unos meses de vida, todavía les falta rodaje: sobre todo, se pudo apreciar una cierta descoordinación entre las guitarras, algo que ensombreció algo su puesta en escena, una puesta que demuestra que se preocupan de mostrar un espectáculo más allá de la música, algo que siempre es de agradecer. Estoy seguro de que si estuviesen en un escenario más adecuado para su propuesta escénica, que seguramente tiene más cosas que mostrar, su actuación hubiese lucido mejor. Curiosa fue la versión que hicieron del tema del “triunfito” Pablo López, “Tu Enemigo”, prueba que no ponen fronteras en su música y que el futuro podría aguardar cosas buenas para ellos.

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Olvido

La segunda banda, Olvido, es un sexteto oriundo de Roses (Gerona) y lleva en la brecha desde 2006. En mi opinión, lo más interesante de su propuesta musical es que es difícil de catalogar. Temas como “Posando en llamas” o “Cupido/Mors” podrían sonar a unos Héroes del Silencio tomando anabolizantes, “Pulsa Denura” o “Troyano” tienen reminiscencias de Stravaganzza y “La Fin Absolue Du Monde” podría ser un guiño a Paradise Lost o Katatonia. También curiosa fue su versión de Loquillo, “La Mataré”, un tema que consiguieron llevar a terrenos (aún) más oscuros. Se agradece poder escuchar temas así en épocas en las que impera la dictadura de lo políticamente correcto, en las que “musicólogas expertas” señalan qué temas se pueden escuchar y cuáles no. Fue una actuación casi impecable y con la agrupación en plena forma, dándolo todo, la cual me dejó plenamente satisfecho.

Olvido se mueve en terrenos del metal oscuro con tintes góticos pero que, repito, se les hace difícil catalogar ya que, a lo largo de tres discos (el último, ‘Cupido-Mors’, editado el año pasado) han conseguido desarrollar su propio estilo e identidad, algo harto difícil en nuestros tiempos donde todo está inventado a nivel musical.

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Lacrimas Profundere

Lacrimas Profundere mostraron estar de muy buen humor. Aunque la sala no llegó a registrar un lleno absoluto, nos ofrecieron una actuación impecable. Cuando uno ve que la banda se lo está pasando bien sobre el escenario y hay una buena comunión entre grupo y público, es inevitable que el concierto vaya sobre ruedas. Los bávaros no paraban de animar al respetable, hacer posturitas a lo estrellas del rock y, en general, tener una actitud que está a años de luz de la sosería de muchas otras formaciones contemporáneas. A nivel musical, su setlist estuvo más centrado en los dos últimos discos de su discografía, ‘Antiadore (2013) y ‘Hope Is Here’ (2016), algo que por otra parte era esperado, ya que ambos comparten ese estilo que un cierto artista finlandés hizo llamar en su tiempo como “love metal” y que fue reinterpretado por más bandas escandinavas como los ya desaparecidos Entwine, To/Die/For o The 69 Eyes.

El vocalista de origen italiano Rob Vitacca se alejó definitivamente de su faceta barítona a lo Peter Steele (Type O Negative) o Jyrki (The 69 Eyes) en estos dos discos, algo que le unía estilísticamente con el vocalista anterior, Christopher Schmid, para acercarse más al de Ville Vallo (HIM), haciendo que estos trabajos sean mucho más similares estilísticamente hablando.

Aparentemente, el resto de instrumentistas se sienten cómodos en esa nueva faceta, la cual, aunque no es muy diferente a la de los dos primeros discos con Vitacca como vocalista, sí que se podría decir que es más accesible, aún cuando las melodías tienen un poso atmosférico, cercanas a los U2 más oscuros o los últimos Anathema.

Poca cosa se puede añadir sobre un concierto perfecto en el que tanto el respetable como la propia banda se lo pasaron a lo grande, con un constante intercambio de energía positiva. Solamente me hubiese gustado que hubiese habido más afluencia de público; quién sabe, ahora que los HIM han anunciado su retiro, quizás puedan ellos rellenar este hueco y gozar de una aceptación de publico mayor aún. Tienen los temas y la destreza musical. Sólo les falta algo de suerte.

Texto: Yorgos Goumas
Fotos: Laura Fernández

Setlist: Awake / Antiadore / Her Occasion of Sin / The Worship of Countdown / My Halo Ground / My Velvet Little Darkness / Remembrance Song / A Sigh / Hope Is Here / Black Moon / Again It’s Over / Amber Girl / My Mescaline / My Release In Pain / Dead to Me / Dear Amy / A Pearl

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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