69º cumpleaños de Yosi: 5 razones por las que tiene que volver a los escenarios

23 enero, 2017 11:41 am Publicado por  2 Comentarios

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El 69º cumpleaños de Yosi, carismático vocalista de Los Suaves, llega en un momento complicado. El combo de Ourense se encontraba inmerso en la gira que iba a poner punto y final a más de 35 años de carrera cuando tuvieron que suspenderla por una caída del propio cantante. Con la incertidumbre alrededor de su recuperación, Borja Díaz se plantea las razones por las que tiene que volver.

“Maldito el año del cerdo, enero desgraciado mes, de aquel perdido invierno, triste día 23”. Solo un genio como Yosi podría referirse a su nacimiento como lo hace en “Maldita sea mi suerte”, quizás reflejo de una vida que nunca fue fácil, pero que le ha convertido en un icono del rock nacional. Su capacidad de transmitir emociones, de contar en un verso lo que otros no son capaces en una canción o la intensidad con la que vive cada concierto, como si fuera el primero y a la vez el último, son detalles que hacen complicado celebrar su 69 cumpleaños sin verle subido a un escenario.

La inoportuna caída del pasado julio le hizo suspender su gira y sembró la incertidumbre de si es de forma definitiva o de si solo sería un aplazamiento. Por suerte, parece que la música (aún no) termina y las últimas noticias parecen indicar que Yosi ya está “Preparado para el rock and roll”. Os damos 5 motivos por los que necesitamos verle una vez más:

1. Para despedirse como (si él fuera) Dios

En la introducción de este tema, dice que sueña ser Dios... y más de un seguidor pensará que no se ha quedado lejos de serlo. Que uno de los más grandes de nuestro rock se quede sin su despedida, sin toda su gente dándole calor, sin la complicidad que se crea entre él y su público cantando a voz en grito, sería injusto. Porque por última y definitiva vez tiene que decir eso de “Ya nos vamos”, pero sobre todo porque “si yo fuera Dios, nunca podría ser Dios; me marcharía al otro lado de la noche […] cansado de estar solo”. Yosi no puede despedirse en soledad con un comunicado: necesita hacerlo encima de un escenario con palabras de agradecimiento a su gente. En una ocasión, para el Semanal Xoven de junio/julio de 1992, reconoció que “Los Suaves no somos nadie sin la gente”. Tiene que subirse al escenario una última vez para despedirse como (si él fuera) Dios, porque “Dios es Suave”.

2. Para reivindicar su figura

Los Suaves

Foto: Antonio Vázquez

Ahora que está reciente el premio Nobel a Bob Dylan, sería un buen momento para reivindicar la figura de Yosi. Ya no solo dentro del rock, sino como el grandísimo escritor que es. Muchas veces se ha hablado de él como "poeta del rock" y no es para menos. Su hermano Javier afirmó que le hubiera gustado ser una mezcla de Bob Dylan y Neil Young, pero que no le hizo falta la similitud para labrarse su propia leyenda.

De su cabeza han salido muchas de las frases más espectaculares y emotivas escritas en nuestra lengua. Solo él se puede referir a la muerte como “el día de la eterna noche sin sueños” en “Ese día piensa en mí”; hablar de un amanecer como “los largos dedos del sol, apartan el manto de seda” en “El afilador”; o referirse a la rutina en “Siempre igual” como “la vida te ha traicionado, dime dónde están tus sueños amigo, dime dónde han quedado”.

3. Porque no puede dejar el rock

Lleva más de veinte años cantando eso de “No puedo dejar el rock”, por lo que una caída no le va hacer dejarlo de esta manera. Es lógico que alguna vez tendrá que bajarse del escenario, pero todavía quedan unas últimas actuaciones para llegar a ese momento. Ya lo dice él, que es más fácil “hacer que nunca salga el sol”, aunque el ‘Adiós, adiós’ de su último disco ya nos anticipaba algo. Sea como fuere, siempre ha estado “Preparado para el rock and roll” y nunca dejará de estarlo aunque la música termine.

Yosi vive en un mundo paralelo, en el mundo del rock. Sabe que esta música se escucha con el corazón y eso le lleva a vivir cada canción en el estudio, cada letra que canta en directo, cada acto que hace sobre el escenario. Dejará un gran hueco, pero es que “el paraíso hace tiempo que cerró”. Además, en “Dile siempre que no estoy” nos da una pista para entender lo que puede pasar por su cabeza: “Me preguntan por qué sigo siempre con los mismos sueños. El diagnóstico es sencillo: es que no tengo remedio”.

4. Por todo lo que transmite

Los Suaves

Foto: Charly Rock and Roll

Yosi nunca ha sido un gran cantante, pero siempre ha tenido un estilo muy personal. Su mezcla entre cantar y recitar es única, capaz de transmitir auténticas emociones cada vez que tiene un micro delante. Con cada canción abre un abanico de sentimientos que, simplemente, no puedes dejar pasar. Porque la historia del joven Isaac en “Ourense-Bosnia” no sería la misma con otra voz. Porque los avatares de la vida de “Dolores se llamaba Lola” nunca nos habrían importado. Porque nunca se nos habría escapado ninguna lágrima al pensar en los músicos callejeros sin la fuerza con la que canta “Pardao”.

Sus letras son auténticos poemas que, en muchas ocasiones, emocionan más que los que se estudian en la escuela. Su delicadez se mezcla con amargura y dureza, y a veces consigue que se haga un nudo en la garganta al escuchar versos como los que siguen: “Como cada noche un niño nació, su nombre es… ¿Qué importa? Y al ver la luz, lloró pues sabe lo que le espera”.

5. Para vivir con intensidad un último concierto

Los Suaves actuaron en la Sala Razzmatazz de Barcelona en su gira de despedida 'La música termina'

Desde sus inicios, Los Suaves han destacado por tener un gran directo, lleno de intensidad y potencia. El primer hito del grupo posiblemente sea el de 1981. Aquel 13 de noviembre tenía la misión de telonear a Los Ramones, gira que se había caracterizado porque el resto de bandas que abrieron a los neoyorquinos eran echados de escena a botellazos. Pero los de Ourense consiguieron meterse al público en el bolsillo a base de intensidad, llegando al punto en que el público terminó coreándoles y pidiendo más.

Y es que en aquellos primeros años era difícil no verles y entrar en éxtasis. Sobre todo al ver a su frontman, un tipo capaz de sacar una carretilla de obra y ponerse a repartir confeti a palazos, lanzarse al público o tomar un hacha para trocear su guitarra y lanzar los pedazos a la gente. Un ejemplo de la intensidad con la que afronta cada show.

Yosi es un tipo que vive por y para el rock, y eso le lleva a vivir cada concierto como si fuera el primero y el último. Por eso tiene que tener la oportunidad, esta vez de verdad, de vivir su último concierto.

Foto portada: Jesús Figueirido

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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • Javi.E.S dice:

    Parece que aún fue ayer, cuando escuche Dolores se llamaba Lola por primera vez y han pasado 27000 días..
    La B.S.O de mí vida tendrá canciones SUAVES.
    PARDAOS nos hemos quedado con la suspensión del concierto, que mejor JUICIO FINAL en casa y con vuestra gente.
    MALAS NOTICIAS la caída de Yosi, deseando su pronta y mejor recuperación.
    ADIÓS ADIÓS, suena triste si no es desde el escenario, dejándonos la voz en el último encuentro.
    MIAU MIAU el gato aún sigue vivo...
    ...Desde LUGO, sea como sea, QUE SEA SIEMPRE SUAVES...

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