Crónica de Molly Hatchet: “Here We Go Again!”
23 diciembre, 2016 1:12 pm Deja tus comentariosSala Razzmatazz 2, Barcelona.
Habituales en los escenarios del país, aunque hace cuatro años de su última visita a Barcelona, Molly Hatchet son de esas bandas de las que acudes a sus conciertos con la seguridad de que vas a salir satisfecho de su trabajo. Sin embargo, en esta ocasión un velo de incertidumbre opacaba el ambiente previo al concierto.
El anuncio por parte del quinteto de Jacksonville de suspender el concierto que un día antes debían haber realizado en Madrid hilvanaba la duda sobre su actuación en la Ciudad Condal. Por suerte, el concierto se realizó tal y como estaba previsto.
El lleno cómodo en la 2 de Razzmatazz fue correspondido por unos remodelados Molly Hatchet que, aunque en el concierto no pisaron el acelerador hasta el fondo, sí lo condujeron hacia lo alto de un podio que se ganaron a base de ritmos endurecidos y una amplia conexión con el público.
Su show se produjo sin teloneros que alargasen la fiesta y que calentasen sobre las tablas a un público muy consciente de lo que sabía que iba a ver y disfrutar. Con “Here I Go Again”, clásico de Whitesnake, como intro, vislumbramos las figuras de los Hatchet posicionándose sobre un escenario aún en penumbra. Con el encendido de los focos pudimos comprobar que la banda sigue conformándose como quinteto debido a la falta del mítico guitarra Dave Hlubek por cuestiones de salud, recayendo el peso de la conexión frontal en el guitarra Bobby Ingram y en el cantante Phil McCormac. Eso sí, no puedo obviar el buen trabajo a los teclados de un efectivo John Galvin y el de unas rítmicas exuberantes que estuvieron excelentemente defendidas por las líneas de bajo de un activo Tim Lindsay (Lynyrd Skynyrd, Rossington Band) y la ensalzadora energía a la batería de un habilidoso y dinámico Shawn Beamer.
Con un sonido endurecido a lo largo de todo el concierto, las emociones se pusieron al máximo nivel desde los primeros compases del tema inicial, el explosivo “Whiskey Man”. Nos dejamos la garganta en él. Igual ocurrió en la entrega que la banda siguió mostrando con los también incombustibles y excitantes “Bounty Hunter” y “Gator Country”. Pero si hablamos de exaltación, fueron los consecutivos “Edge Of The Sundown” y “Fall Of The Peacemakers” los que más consiguieron hacerme flotar en este concierto. ¡Brutal la escalada progresiva del final de “Fall Of The Peacemakers”! No estuvieron lejos de ese apasionamiento el disfrute y las subidas de decibelios que provocaron el espídico “Devil’s Canyon” y el recuerdo, cuernos en 
alto, a nuestro siempre añorado Ronnie James Dio en el emotivo y dinámico rock n roll de “Beatin’ The Odds”...
Con el subidón que propusieron el vibrante “Junkin´City” y su ya clásica versión del himno de los Allman Brothers “Deams All I Never See”, la banda se retiró del escenario retornando al poco para cerrar por todo lo alto.
El final no pudo ser más celebrado, ya que el feeling de “The Jouney” se unió a un torbellino con carácter de heavy metal llamado “Flirtin’ With Disater”…
Todo un placer haber vuelto a disfrutar con la buena música y la incondicional entrega de unos grandes e imprescindibles en la historia del rock sureño. La afilada hacha de Molly Hatchet sigue dispuesta para destripar y cortar cabezas.
Texto y fotos: Josep Fleitas
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