Entrevista a The Mission: "Es hora de reivindicar lo que ayudé a crear"

7 diciembre, 2016 9:11 pm Publicado por  Deja tus comentarios

En noviembre de 1986 se editó el debut de The Mission, ‘God’s Own Medicine’. El éxito del lanzamiento les convirtió en una de las tres bandas de cabecera de la segunda ola del rock gótico, junto a los Sisters of Mercy (la banda de donde salió su líder, Wayne Hussey, de malas maneras) y Fields of the Nephilim. Tres décadas después, la formación original, reunida en 2011, sigue dando alegrías a las huestes seguidoras de los sonidos más oscuros con la edición de su undécimo disco de estudio, ‘Another Fall From Grace’. Yorgos Goumas no perdió la oportunidad de charlar con el vocalista en el autocar de la gira que les trajo por España el pasado mes de noviembre.

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Con este disco tuviste la intención de reivindicar tu sonido de guitarra, el cual marcó un antes y un después en la escena gótica, ¿verdad?

“Básicamente, sí. Quise volver al “tintineo” de la guitarra de 12 cuerdas que usé tanto para el debut de los Sisters como para el primero de The Mission. Fue un disco premeditado hasta cierto punto, menos las letras, ya que solo puedo escribir si me vienen de manera natural. Creo que el hecho de que la banda cumpla 30 años me puso nostálgico. En ese momento, supe que había llegado la hora de echar la vista atrás y reivindicar, en cierto modo, lo que ayudé a crear”.

¿Fue esa la única razón para hacerlo?

“La verdad es que no.Los dos discos anteriores, ‘God Is a Bullet’ (2007) y ‘The Brightest Light’ (2013) eran bastante crudos; sobre todo este último, ya que sonaba tal y como tocamos en el local de ensayo, sin overdubs ni nada por el estilo. Sin embargo, tal y como dijo Isaac Newton, cada acción produce una reacción. Tras esos LPs, empecé a juguetear de nuevo con samples y baterías electrónicas en mi disco en solitario de 2014 (Ndr: ‘Songs of Candlelight and Razorblades’), lo cual me acabó llevando a querer devolver este sonido más sintético; sonido con el que ya había experimentado en los años ’90. Por otra parte, estuve hablando con Billy Corgan (The Smashing Pumpkins), ya que somos amigos, y en un momento dado me comentó lo mucho que le gustaba el debut de los Sisters y me preguntó si había vuelto a escucharlo desde entonces.

Le dije que sólo algún tema suelto en las discotecas góticas, pero no el disco entero porque tengo unos recuerdos, digamos, cargados de energía negativa; hay una fuerte carga emocional negativa, debido a las cosas que pasaron después de la edición del disco. Aquella conversación me hizo volver a escucharlo entero; lo hice en el trayecto desde mi casa a Sao Paulo y, en cierto modo, lo redescubrí. Me dije a mí mismo: “¿Sabes qué, Wayne? Es un buen disco”. Andrew canta bien y sus letras son fantásticas y, claro, las guitarras tenían un sonido que Andrew no consiguió ni antes ni después de aquel álbum. Poco después de aquella conversación, Billy nos invitó a Graig (Ndr: Adams, ex bajista de los Sisters y miembro fundador junto a Wayne de los Mission) y a mí a su casa en Chicago. Pasamos una semana, todo esto en enero de 2016, tocando viejos temas de los Sisters y pasándolo bien. Todo ello me sirvió para reconciliarme con mi pasado, el cual he querido recrear de algún modo”.

Cuando confeccionabas el disco, murió uno de tus héroes musicales, David Bowie. Supongo que esto también te hizo querer volver a tus raíces…

“Tienes razón. Bowie fue una de las razones principales por las que me metí a esto de la música. Pude verle en directo como Ziggy Stardust: son cosas que te marcan de por vida. El primer single del disco, “Met-Amor-Phosis”, es un pequeño homenaje a él, aunque también hay influencias de Kafka y experiencias más personales”.

¿Cómo fue el proceso de composición?

“Ya había empezado a componer en agosto de 2015 y tenía las demos de unos 5 o 6 temas. Tras estar con Billy, me fui a Los Angeles a visitar a otros amigos y, posteriormente, alquilé un coche para subir hasta San Francisco; desde allí, seguí la carretera costera del Pacífico durante 2 semanas. Quería hacer un viaje tranquilo e introspectivo, reflexionando sobre mi reencuentro con mi pasado. Como era temporada baja, era fácil encontrar moteles en la carretera. Me pasaba las noches en mi habitación y, con una botella de vino, seguía componiendo y, a la vez, las letras empezaron a crearse. La del tema “Can’t See the Ocean from the Rain” fue la primera. Me acuerdo que me fui de casa de un amigo en Santa Barbara y estaba diluviando tanto que no se podía ver el océano; ni siquiera se divisaba la playa desde el coche, por lo que tenía sentido seguir conduciendo con esa visibilidad. Paré en la ciudad de Morro Bay y, aquella misma noche, compuse el tema en el motel. Supongo que el cambio de ambiente (compuse los 2 últimos discos de The Mission en mi casa en Sao Paulo) me ayudó a la hora de inspirarme, aunque el disco sí que fue finiquitado en Brasil. Aún así, tanto George Allen, mi manager, como la gente de la discográfica, creían que faltaba un tema más acelerado… Fue entonces cuando compuse “Tyranny of Secrets”.

Curiosamente, me parece unos de los mejores del disco…

“Lo compuse entero en media hora, pero ya sabes que hay temas famosos que fueron compuestos en el último minuto y ahora son clásicos…(Ndr: Un ejemplo famoso sería el “Paranoid” de los Black Sabbath, que fue compuesto porque faltaba un tema para completar el tracklist y Ozzy cantó la letra leyéndola, ya que la escribió in situ en el estudio)”.

Tanto “Tyranny of Secrets” como “Met-Amor-Phosis” me recuerdan a los temas de los Sisters “Alice” y “Dominion” en el riff guitarrero central y en la base electrónica/rítmica, respectivamente…

“Ya me lo ha comentado más gente. Eso sí, tienes que tener en cuenta que esos acordes ya los habíamos usado en otros temas de The Mission. El tema “Dominion” lo conozco, aunque no tengo el disco entero (Ndr: ‘Floodland’, 1987), pero te aseguro que fue una coincidencia (Ndr: Usa la frase “happy accident”)”.

¿Entonces el disco fue grabado entre Brasil y Reino Unido?

“Exacto. Grabé la voz, las guitarras y las partes electrónicas en mi estudio, y la batería en el de Mike (Ndr: Kelly). La manera de grabar la batería fue muy diferente a lo habitual, ya que rompimos esa ley no escrita que dice que no se pueden hacer overdubs con la batería, tal como se hace con las guitarras. Tuve que transformar la mentalidad de Mike para que solo grabara las partes en las que se necesitaba un sonido de batería fuerte, por lo que grabó tan solo las cajas y los platos. Algo parecido pasó con Simon (Ndr: Hinkler, guitarra), ya que la mayoría de las guitarras las grabé yo y él tuvo que buscar los espacios para que metiera sus acordes, algo que es más difícil de lo que suena. A Graig le mandé unas líneas básicas de bajo y él las completó en su estudio”.

He visto que en esta gira Mike toca una especie de cajas mientras se disparan las bases rítmicas grabadas en algunos temas. ¿Tiene algo que ver con la batucada?

“Tampoco es que hagamos samba ahora (risas). No, para nada. Además, apenas tengo contacto con la escena musical local ya que mientras mi mujer trabaja en Sao Paulo entre semana y se queda en el apartamento que tenemos en el centro, yo me quedo en nuestra casa que tenemos en las afueras, en una colina, así que estoy en casi pleno aislamiento junto a mis 5 perros. Me gusta estar apartado del bullicio y mantener un perfil bajo; es más, soy tan discreto que ni siquiera mis médicos sabían que era músico hasta que les invité a un concierto mío en Sao Paulo y obviamente, se quedaron muy sorprendidos”.

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Otro guiño al pasado es la vuelta del productor Tim Palmer (Ozzy, HIM, Robert Plant), con quien grabasteis vuestro debut y ‘Carved in Sand (1990).

“Sí. La verdad es que después del ‘Carved in Sand’ tenía ganas de seguir otras sendas musicales con The Mission y aunque prescindí de sus servicios seguí en contacto con él porque aparte de como productor, me gusta como persona. Dado que este disco suponía una vuelta sonora al pasado, pensé en volver a pedirle que se pusiera detrás de la mesa de control y, desde luego, sus sugerencias e ideas no me decepcionaron en absoluto. Una vez terminada la grabación, fui a su estudio en Austin para supervisar las mezclas durante 10 días”.

¿Cómo surgió la amistad y colaboración de Ville Valo (HIM)?

“Si no me acuerdo mal, nos conocimos allá por el año 2000 en Portugal cuando hicimos un par de shows juntos y coincidimos después en un festival en Alemania. Un año después, cuando su banda tenía ya mucho éxito, me pidió que fuéramos sus teloneros en su gira por Alemania. También pude verle cuando tocó en Brasil hace unos años y cuando teloneó a los Fields of the Nephilim en su 30º aniversario en Londres en 2014, así que como ves hemos mantenido el contacto todo este tiempo. Cuando llegó la hora de grabar los coros pensé en él porque necesitaba voces diferentes a la mía. Graig lo intenta pero tampoco es el mejor corista del mundo, que Dios le bendiga (risas)”.

Y también pensaste en otros nombres ilustres para cantar contigo…

“Claro. Cuando estuve en Los Angeles, pasé unos días en casa de Gary Numan y en casa de Martin Gore (Depeche Mode) en Santa Bárbara y allí hablamos sobre la posibilidad de que participaran como vocalistas. Yo podría haber hecho los coros perfectamente pero como te dije buscaba texturas diferentes y está claro que todos ellos tienen una voz muy característica y reconocible”.

Julianne Reagan (vocalista de los desaparecidos All About Eve) tampoco podría faltar, ¿verdad?

“Claro que no. Tenemos una amistad desde que hizo los coros en el tema “Severina” en 1986 y me encanta su voz”.

En esta gira os acompaña la vocalista Evi Vine como corista que también colaboró en el disco…

“En 2011, me recomendaron que escuchara su disco (‘… And So the Morning Comes’) y me encantó. Hace un año, un medio me pidió que hiciera una lista con mis 10 discos favoritos de toda la vida. Como ya lo había hecho muchas veces antes y las listas obviamente no variaban mucho de un medio a otro les propuse hacer mis 10 favoritos de los últimos 5 años. Entre nombres como Tame Impala o Smoke Fairies incluí su nombre, así que el pasado mes de abril, durante mi gira en solitario, se puso en contacto con mi manager para pedir ser mi telonera y yo acepté encantado. Por supuesto era otra opción obvia para colaborar en el disco y por primera vez en la carrera de la banda contamos con una corista en directo”.

Llevas más de 10 años viviendo en Sao Paulo con tu mujer que es de allí. ¿Cómo se adapta un inglés al estilo de vida brasileño?

“Para empezar, hay que tener en cuenta todo aquello de tu país natal de lo que huyes. Aparte del tiempo y la cultura de beber hasta caerse en suelo del pub, creo que la gente allí ahora es más agresiva, maleducada… todo lo contrario que la gente de Brasil y de California (viví unos 5 años allí antes de irme a Brasil)”.

Ya que mencionas lo de beber, The Mission en sus inicios fueron notorios por sus excesos etílicos. Los medios británicos incluso llegaron a hacer apuestas sobre quién de vosotros la iba a palmar primero…

“Es verdad, y me alegro de que perdieran todos (risas). El año que viene cumpliré 59 años y desde hace varios el único capricho que me concedo es la botella de vino que llevo conmigo en el escenario. Después de un bolo solo bebo agua y me voy a dormir”.

¿Te interesaría volver a hablar con Andrew Eldritch o incluso hacer una gira de reunión?

“No he hablado con él desde hace años, pero soy una persona amable y fácil de llevar. No sé si habrá cambiado en todo este tiempo, al menos por lo que me cuentan parece que no, y por entonces era una persona difícil de tratar. No sé, creo que me gustaría volver a verle para curar las viejas heridas y, si a partir de ahí las cosas se normalizaran, ¿quién sabe? Una reunión de la formación de aquel disco me parecería interesante (Ndr: 'First and Last and Always' de The Sisters of Mercy. 1985)”.

 

 

 

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