Entrevista The Golden Grass: "En nuestros directos se vive algo salvaje"

14 junio, 2016 10:14 am Publicado por  Deja tus comentarios

Quizás el panorama retro cada vez se asemeje más a un pasillo demasiado concurrido, pero entre todo el maremágnum setentero siguen saliendo bandas que sorprenden por su manera de sazonar los ingredientes, caso de este trío de Brooklyn que combina el poso sureño divagante de The Allman Brothers, el blues progresivo de unos Cream o ese punto danzón de Grand Funk Railroad. En plena gira europea, el batería y vocalista Adam Kriney contacta con Alfredo Villaescusa.

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El título de vuestro segundo disco ‘Coming Back Again’ (ndr: vuelta de nuevo) es un poco obvio, ¿no?

“Simplemente queríamos transmitir la idea de nuestro regreso de una manera sencilla, tampoco significa necesariamente que nos hubiéramos ido a algún sitio, sino hacer unas risas con ese hecho utilizando la típica expresión en esos casos. Lo cierto es que nos comimos bastante la cabeza con el título buscando algo equilibrado y fácil de entender hasta que decidimos no darle tanta importancia y optar por ir al grano, sin rodeos”.

¿Ha habido una evolución respecto al debut?

“La principal diferencia es que no tuvimos nada planeado de antemano, tal vez con el primer disco estuviéramos más encorsetados respecto al tema de influencias y no nos atrevíamos a experimentar nada, mientras que con ‘Coming Back Again’ fue todo lo contrario, exploramos nuevos territorios y no nos cortamos a la hora de picar en otros estilos, nos tomamos las cosas con más calma, en definitiva”.

Parece que os movéis entre el prog rock, el rock clásico setentero y algo de sureño, ¿cómo lo ves?

“Bueno, yo creo que en realidad existe un lado progresivo en casi toda la música, yo por lo menos lo encuentro en mis bandas preferidas de los setenta, aunque no sean exactamente prog rock, tampoco estoy pensando obligatoriamente en cosas tipo Yes o King Crimson, sino por ejemplo en esa necesidad de improvisar, que la gente suele catalogar de inmediato como progresivo, pese a que sea lo más normal del mundo en muchos grupos. Si piensas en Grateful Dead, muchas de sus composiciones son complicadas y hasta rebuscadas, pero nadie los llamaría progresivos, y con Magma pasa lo mismo, son muy densos y utilizan trucos para que el oyente no sepa lo que va a venir a continuación. Creo que nosotros tenemos muchos elementos progresivos sin que provengan de lo que se entiende tradicionalmente por ese término”.

¿Surgió este peculiar cóctel desde los inicios de vuestra trayectoria?

“Empezamos Michael, el guitarrista, y yo hace unos tres años y medio en la escena rockera de Nueva York, que no es demasiado grande, la verdad. Ambos buscábamos hacer algo nuevo, comenzamos a ensayar y en unos pocos meses no tardamos en disponer de repertorio propio. Lo cierto es que yo siempre he indagado bastante en diversos estilos, he crecido escuchando cosas de los setenta y ochenta, no solo rock n’ roll o hard rock, sino también punk, new wave, heavy metal… pero a medida que avanzaba como artista necesitaba algo más y eso lo encontré en el progresivo y la psicodelia, que son mi amor principal”.

¿Qué os diferenciaría del resto de grupos retro?

“Creo que nuestro amor por la música negra, nos encanta el jazz, el blues, el soul, el rock n’ roll primigenio… Eso es lo que escuchamos y lo que en realidad nos influencia. La mayoría de las bandas retro no suelen apreciar esos géneros, mientras que para nosotros son algo fundamental que estudiamos con detalle y de los que procuramos aprender, del mismo modo en que lo hicieron Cream o The Beatles”.

El aire jazzístico de algunas composiciones podría ser otro rasgo bastante distintivo…

“Sí, totalmente, de hecho, baterías de jazz como Elvin Jones o Tony Williamsson influencias muy importantes para mí, la manera en la que ellos entendían la música nos ha ayudado a desarrollar nuestras propias composiciones e incluso la forma de afrontar las actuaciones en directo, por lo que es muy frecuente que cada vez que tocamos una canción pueda sonar completamente diferente, no nos asusta esa posibilidad, sino que la abrazamos. En el jazz o en el blues sucede a menudo que un tema se interpreta a diferente velocidad o con diferentes tonos y así se puede transmitir lo que el artista sentía un día concreto, quizás debido a una discusión entre nosotros las piezas suenen más crudas e intensas, no nos asusta dejar que eso se traduzca en la música, eso demuestra que somos humanos con emociones”.


“Hacemos música para fumar porros, para bailar, para follarte…”


Vuestros bolos por tanto tienen que ser toda una experiencia…

“Sí, son de alto voltaje, si alguien viene a vernos, aparte de vivir algo salvaje, se sorprenderá por la variedad de estilos que escuchará”.

No sé si será por naturaleza viciosa, pero al oír el nombre The Golden Grass se me hace inevitable no pensar en marihuana…

(risas) “¿Ah sí? ¡Me parece genial! El arte está sujeto a todo tipo de interpretaciones, a nosotros también nos encanta fumar hierba, pero no pretendemos incitar a nada, hacemos música para fumar porros, para bailar, para follarte…(risas) y para todo tipo de situaciones imaginables (más risas)”.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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