Crónica de Sylvain Sylvain: Los punkis de verdad llevan tacones

27 abril, 2016 11:40 am Publicado por  Deja tus comentarios

Sala Bilborock, Bilbao

Podrá sonar un tanto superficial, pero a veces las cosas entran únicamente por los ojos. Basta echar un vistazo a la portada del histórico debut de los New York Dolls para caer fulminado por esas descaradas pintas andróginas inspiradas en los travestis neoyorkinos que todavía a día de hoy seguro que siguen levantando aspavientos entre los bien pensantes. Y es que esa icónica imagen de David Johansen y compañía es todo un culto que incita a pintarse las uñas, labios y arramplar con los primeros tacones que uno encuentre en cualquier armario femenino.

Al guitarrista y miembro fundador Sylvain Sylvain  siempre le interesó empero el mundo de la moda. No tardó en montar una tienda de ropa llamada ‘Truth & Soul’ junto a su colega Billy Murcia y entre sus muchos pluriempleos tempraneros coincidió con un establecimiento de reparación de muñecas que le inspiró el nombre de la banda. Y a partir de ahí una carrera tan fugaz como influyente en miles y miles de generaciones, con fans tan dispares como Morrissey de The Smiths, que incluso se atrevió a reunir en un escenario a los supervivientes en 2004.

Ya estuvo hace un año y pico por estos lares el simpático Sylvain en un show bastante íntimo que parecía más bien un Club de la Comedia por la cantidad de anécdotas y cachondeo que se fue desplegando por ahí. En esta ocasión venía acompañado por un combo de auténtico relumbrón que incluía al ex Hanoi Rocks Sami Yaffa y un par de veteranos procedentes de las filas de Johnny Thunders, entre ellos Stevie Klasson, que anduvo hace menos de un mes de gira por las inmediaciones con su propio proyecto Black Weeds.

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A pesar del espectacular currículum de los cuatro tipos, apenas se juntaron por ahí unas 40 o 50 personas, una cifra similar a la de su última actuación en el antiguo mercado de abastos reconvertido en garito La Ribera. Y el desarrollo de la velada fue también calcado, casi los mismos temas y ni rastro del cancionero de Hanoi Rocks o Thunders como estaba anunciado en la promo del evento.

Eso no indica que defraudara en absoluto, puesto que el inagotable carisma de Sylvain Sylvain le posibilita para montar un fiestón en cualquier situación imaginable. Para marcar terreno no dudó en irrumpir en el escenario zapateando y gritando olé como si estuviera en plena Feria de Abril, estos guiris desinformados…

Y así, tras la instrumental “The Cops Are Coming” enlazó con el viejo hit de su trayectoria en solitario “Teenage News”. Entonces nos confesó su afinidad cultural con la península, que hablaba “español de Nueva York” y que su palabra favorita era “maricón”, algo que según él ya le habían llamado en repetidas ocasiones.

Era aquello una especie de reunión de colegas que se juntan para beber, soltar chascarillos y de vez en cuando tocar temas de New York Dolls, caso de esa vampirizada adaptación de Bo Diddley “Pills” de su debut, o de ídolos de juventud como The Velvet Underground, cuyo “Femme Fatale” estiraron hasta la extenuación, regodeándose en los coros, mandando cantar a chicas, chicos y demás.

Uno de los momentazos fue sin duda el inevitable melodrama adolescente “Give Him A Great Big Kiss” de Shadow Morton, con esa famosa intro que exportaron a “Looking For A Kiss” y en la que Sylvain lanzó besos en el estribillo. Otra pieza que también alargaron hasta lo indecible y en la que se pusieron a bailar el guitarrista Stevie y el indiscutible maestro de orquesta a propósito de ese diálogo del interludio en el que discuten acerca de un supuesto pretendiente. Menudo despiporre se traían.

Al igual que en la vez anterior, rescató su single editado en 2012 “Leaving New York”, toda una oda a la ciudad que le vio crecer en la que faltaron los ladridos que inundaron La Ribera hace año y pico. Pero nada como recurrir al vetusto catálogo de los Dolls para despertar al personal, en ese aspecto se torna infalible “Jet Boy”, estirada cual chicle y en la que enlazaron con el “I Like To Boogie” de T Rex, intercalaron el estribillo ramoniano de “Sheena Is A Punk Rocker” antes de que Stevie Klasson tuviera que abandonar de repente el escenario. Causa de fuerza mayor: pillar más cervezas.

Preguntaron a ver si nos gustaba la “basura” y acto seguido reincidieron en el clásico “Trash”, en la que rememoraron aquella mítica estrofa del “Love Is Strange” de Mickey & Sylvia de 1956. Y el colofón canallesco llegó con la piedra angular “Personality Crisis”, en la que la escasa concurrencia se desfogó por completo dando palmas y hasta pequeños pogos que certificaron el carácter inefablemente divertido de la noche.

Un lástima que no se animaran a interpretar el “Pirate Love” de Johnny Thunders que estaba apuntado en el set list, pocas variaciones, o más bien ninguna, respecto a su última parada por la zona. Lo que no ha cambiado un ápice tampoco es la descomunal habilidad de Sylvain para entretener al personal, hay una máxima que debería gritarse bien fuerte: ¡Los punkis de verdad llevan tacones!

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

Redacción
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