DEMONIK: LA NUEVA-VIEJA ESCUELA

23 diciembre, 2013 4:47 pm Publicado por  2 Comentarios

Sala Excalibur, Madrid

Saliendo del bosque para encontrarnos una experiencia inolvidable, nos dimos cita para presenciar el último concierto del año de Demonik, perteneciente a la segunda parte de su gira “Las Cenizas de la Tierra Tour 2013”. Con ellos, otros fieras les acompañaban, MKR.

Con un poco de retraso (sobre las 20:30), saltó a las tablas para dar comienzo al show el jovencísimo trío de Collado Villalba (Madrid). “Veni, Vidi, Party” fue su primera puesta en escena, un Thrash Old School con ápices de frescura. Los guturales agudos del vocalista Alex guiaban cada canción, marcando con garra cada riff de guitarra y mostrándose cada vez más firme, con menos nervios y más confiado en l@s licántrop@s que allí aguardábamos la noche. Al bajo nos encontramos con unas zarpas de Santi impresionantes, el cual supo apoyar en los coros de las canciones que así lo requerían a Alex y a su vez demostraba su gran calidad a las cuatro cuerdas; ambos estaban bien protegidos por Rafa a la batería, rapidísimo y con buena pegada la de este puro nervio, es como un lobo cazando de noche, no deja escapar un solo sonido. Mucha energía, agresividad, potencia y ganas de seguir adelante la de estos fieras, como pudimos ver en canciones como “Nuclear Holocaust”, “Hell In Faith” o el grandísimo cover de Havok, “Covering Fire” con el que se lucieron, más caña con “Buck” y “Systematic Insolence” para terminar con un concierto de unos MKR que no podéis dejar de seguir y los cuales están buscando guitarrista.

El grupo estrella de la noche tardaba, y contra mas lo hacía más gente entraba, llegué a pensar que o ponían el cartel de “Agotado” o nos tendrían que sacar con palangana de allí...

Después de más de un año sin pasar por los bosques y ciudades de Madrid, los Demonik volvían a la carga. Cual humo en una noche fría de luna llena, llevado a una visión infernal empezaron a aparecer los endemoniados. Jose fue el primero en salir para sentarse en la batería cual guerrero después de ganar una batalla, recibido entre aplausos por sus secuaces (todos nosotros, el público). Dio paso a Rochy, una bajista deslumbrante y con paso firme, quien mostraba su instrumento ante el bullicio de la gente. Víctor siguió sus pasos con acordes abiertos a la guitarra y la clase que le caracteriza. Hugo fue el siguiente en salir endureciendo el riff, encontrándose con el mismo recibimiento que sus compañeros. Por último, cual Satán diabólico poseedor de todas las almas del escenario, y a medida que pasaba la noche de absolutamente todas las de la cueva donde nos encontrábamos, salió Jesús. Con el comienzo de “Arte & Violencia” (instrumental del primero disco ‘Demon’) nos deleitaron para dar paso a “Mi Ira”, repartiendo cera como solo ellos saben hacer. “Bala tras Bala” fue el siguiente corte en presentarnos de su nuevo disco, con contundencia y rabia, con un Jose increíblemente versátil y capaz de adaptarse a todos, sin perder de vista en ningún momento a sus compañeros y siguiendo dando golpes como si le fuera la vida en ello, pura energía. Después de un breve saludo siguieron con “La Fin Absolue Du Monde”, donde su vocalista Jesús saltó del escenario para participar en un pogo con el público, brutal, todos pendientes de el pogo, ¿Dónde estaba Satán? Cual arte de magia apareció en el escenario sin ser visualizado. Sin duda uno de los platos más fuertes y que hace a esta banda una banda tan potente fue “Codex”, donde mostraron su lado más salvaje, su espectáculo más atroz, con un Jesús que por si no fuera poco el timbre de voz y su perfecta entonación pasando de agudos a graves sin problema, el escenario se le quedaba pequeño; así fue como en un ataque de histeria se subió a la zona de la batería de Jose, aclamado por su mirada y adorado por las cuerdas de Víctor, Hugo y Rochy, increíble. Puro thrash metal en “Confrontación” antes de la primera sorpresa de la noche, en la que aprovecharon las canciones “Visión” y “A.D.M” (enlazando al final un fragmento de “Domination” de los míticos Pantera) para invitar a subirse al escenario al anterior cantante de la banda, Sergio, y compartir las voces junto a Jesús, no fue algo majestuoso pero supieron defenderse juntos perfectamente, haciendo que el público estallara totalmente entregado. La segunda sorpresa fue el que nos enseñaran lo que es “En la Oscuridad” en un escenario por primera vez, con un comienzo aplastante y una ejecución inmejorable a las guitarras por parte de Hugo y Víctor, los cuales eran una explosión de profesionalidad con un aire totalmente sexual (sádicamente hablando), que arrastraba cada poro de la sala más a la banda. Parecía caerse abajo, con un ambiente espectacular. Rochy al bajo nos dejaba destellos de su gran calidad y bien hacer, para mis ojos la primera vez que veo esa parte pícara, sensual, inocente y pervertida de una chica que ha querido siempre darse a conocer sin tener que venderse cual carne de loba, unos detalles que fueron otra puntilla más para describir lo especial que fue. Una obra de arte la que hicieron en “Existir”, tema instrumental del segundo disco que mezclaron con maestría con la instrumental del primero, “Arte & Violencia”, fantástico trío de cuerdas apoyado por Jose, quien parece un pulpo a la batería, haciendo volar sus baquetas entre timbales y platos, y una ejecución impecable con los pies.

En “La luz Oscura” nos mostraron su lado más heavy, con unos agudos desgarradores de su vocalista, para dar paso luego al single “Tormenta”, canción muy directa en la que Hugo hace la segunda voz mientras el público coreaba la letra. Creíamos que con “Demon”, que da nombre al primer disco y desprende caña por todos sus costados, se iban a despedir de nosotros. En ella Hugo se marcó un solo/melodía que me encantó. Pero tenían guardada la última sorpresa de la noche, algo que jamás Demonik había hecho con esta formación, Hugo desapareció del escenario para volver con una guitarra distinta, anunciándonos un aplastante cover de Sepultura, “Roots Bloody Roots”, que clavaron con gran maestría para deleite de los que allí nos encontramos, sellando una gran noche que dejó a todos los presentes agotados de tanto mover el cuello. Se despidieron con una reverencia bajo el coro unánime de Demonik.

Sin duda los dejaría entrar y hacer temblar cada rincón del bosque con sus cuerdas, tambores y timbres... ¡NO DEJES DE ESCUCHARLOS!

 Texto: Caperucita Rock

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